La consultora Aequales dio a conocer el top 10 de las empresas que mejor andan en materia de igualdad entre mujeres y hombres.
La firma consultora Aequales lanzó la tercera edición del Ranquin de Equidad de Género en las Organizaciones. Su propósito es medir lo que no se había medido antes en Colombia: las condiciones de equidad para hombres y mujeres en empresas y entidades.
Para esta versión, 164 organizaciones de todo el país participaron (67 % del sector privado y 33 % del público) y, de nuevo, las compañías internacionales fueron las ganadoras. El top 3 lo encabeza la farmacéutica estadounidense Pfizer, seguida por la Fundación Plan, una organización sin ánimo de lucro creada en 1937 en España, y Sanofi, farmacéutica europea.
El ranquin, cuyos resultados se presentaron ayer en el CESA —que es aliado de Aequales en este tema, junto con la Secretaría Distrital de la Mujer—, mostró por tercera vez que las empresas nacionales todavía no alcanzan a figurar en los 10 primeros lugares de las organizaciones con mejores políticas de equidad de género. En cuanto a las entidades públicas, el tercer lugar se lo llevó la Personería de Bogotá, luego, el Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (Idipron), y la primera posición la ocupó la Secretaría de Movilidad. Paradójicamente, la Secretaría de la Mujer no está aún en el top 5.
“Este año encontramos que sólo el 32% de las empresas privadas y el 18% de las entidades públicas cuentan con una política de equidad de género y/o diversidad, tendencia que se mantiene en comparación con 2016. Las cifras demuestran que las mujeres ocupan tan sólo el 38% de las posiciones de liderazgo. Sólo el 26 % de empresas privadas y el 13% de organizaciones públicas cuentan con un comité de equidad de género que se encargue de diseñar e implementar prácticas para retener y promover el mejor talento femenino. Esta cifra, para 2016, fue del 37 %”, explica María Adelaida Perdomo Zárate, cofundadora de Aequales.
El ranquin de esta firma, fundada hace tres años por Perdomo, psicóloga de la Javeriana, y la peruana Andrea de la Piedra, comunicadora social, consiste en evaluar las organizaciones que voluntariamente participan en él. En el diagnóstico se examina si las empresas cuentan con políticas de equidad de género o diversidad; si hay prácticas para balancear la vida laboral y personal de sus equipos; si se otorgan días adicionales en las licencias de maternidad y paternidad. “Al principio hubo mucha resistencia porque estamos en una cultura muy machista”, señala Perdomo.
Más allá del ranquin, Aequales trabaja desde varias perspectivas. “Nuestro trabajo consiste en romper los techos de cristal para las mujeres, es decir, la barrera que las mujeres enfrentan cuando van a llegar a posiciones de liderazgo: tienen la educación, la experiencia y, sin embargo, no llegan. El tema recae evidentemente sobre su género. El punto es proveer las condiciones en las empresas para que las mujeres lleguen a posiciones de liderazgo, y también para que mujeres y hombres tengan más libertad en las organizaciones”.
Mujeres y hombres, sí, porque el machismo ha sido demoledor sobre las unas y sobre los otros. Para Aequales, la cuestión de género pasa por todos los meridianos. “Siempre se cree que este trabajo es para empoderar sólo a las mujeres, para que ellas alcancen un lugar en la sociedad al que no han llegado, pero en verdad el machismo afecta a todos. Entonces, lo que estamos haciendo en las empresas con hombres es supervanguardista: se llama masculinidades alternativas y se trata de proveer libertad a los hombres en la construcción de su masculinidad”.
Son muchos los desafíos que esta firma detecta para el sector empresarial en materia de equidad de género. Por ejemplo, que “la maternidad sigue siendo la razón número uno para no contratar a una mujer”. Asimismo, la necesidad de educar “a los hombres en masculinidades alternativas, porque ellos también son padres. Cuando un hombre no hace las tareas del hogar, reduce las posibilidades de que su pareja llegue a una posición de liderazgo. Es una relación directa, es muy fuerte”, asegura Perdomo.
Se trata de generar conciencia sobre el peso del machismo. De entender que la identidad del hombre va mucho más allá de ser proveedor, de usar una prenda color rosa, de llorar. “Es ridícula la cantidad de cosas que los hombres no pueden hacer porque el machismo les exige un comportamiento absolutamente rígido. Si las mujeres están empoderadas y pueden tener otros roles, ellos también pueden. El tema de género es beneficioso para todos, pero apenas estamos cayendo en cuenta”.
Detectar el impacto del machismo en el día a día corporativo no ha sido fácil. “Lo más común es que en las empresas nieguen la inequidad de género, incluso las mujeres. Todos dicen que allí no pasa nada. Pero cuando ahondamos en los adjetivos que se usan para describir a hombres y mujeres o en las razones por las cuales escogen a hombres o mujeres para ciertos cargos, nos damos cuenta de que hay sesgos. Por eso lo primero que tenemos que hacer es volver consciente lo inconsciente. Ayudarles a las personas a entender que sus prejuicios son constructos sociales sin fundamento”.
La equidad de género ayuda a las compañías a crecer y sobre eso existe mucha evidencia, asegura María Adelaida Perdomo.
Para Aequales, es clave que esa información se difunda. “Una empresa puede ser hasta un 26 % más rentable si tiene mujeres en posiciones de liderazgo, y eso a su vez se refleja en otros índices. Por ejemplo, se reduce la corrupción. Es porque, desde niños, a los hombres les permiten más flexibilidad con respecto a las reglas. Hoy dicen que el feminismo ya no es necesario: falso. Si las mujeres quieren que sus parejas las respeten y las vean con equidad, si ellas algún día quieren ser ejecutivas de una empresa, tienen que pensar en feminismo”.
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