El autor del libro "Sólo una cosa" señala que concentrarse en lo importante disparará el crecimiento personal y de la empresa. Para ello, el primer paso es simplificar.
Para fomentar hábitos es necesario responder: ¿Qué es lo único que puedo hacer, y que gracias a lo cual todo lo demás me resulte más fácil o innecesario?
Para tener éxito, usualmente se piensa que se debe trabajar por largas horas, hacer muchas cosas y si es a la vez, mejor, así como estar disponible a cualquier hora y día; sin embargo, no es así. El éxito no se logra por el exceso de trabajo o por hacer una infinidad de actividades, sino que lo realmente importante es concentrarse en “Lo único”, indica Gary Keller, autor del libro Sólo una cosa.
El consultor inmobiliario señala que concentrarse en lo que es importante disparará el crecimiento personal y de la empresa, pero ¿cómo se logra eso? Para ello, el primer paso es simplificar.
“Si todo el mundo vive las mismas horas del día, ¿por qué hay gente que parece hacer muchas cosas que los demás? ¿cómo logran hacer más que los demás? Si el tiempo es la unidad monetaria de los logros, ¿por qué entonces algunos consiguen embolsarse muchas más monedas que otros? La respuesta es que simplifican”, es decir, ignoran todo lo que no es relevante y se dedican a lo que deben hacer porque reconocen que no todo importa igual.
Lista de pendientes
Uno de los recursos utilizados para saber lo que se debe hacer y en qué momento son las listas de pendientes, que si bien son una buena forma de organización que vienen en diferentes modalidades (agendas, calendarios o apps), también tienen su lado oscuro.
“Una lista tiene las cosas que crees que tienes que hacer, pero el primer elemento no es más que la primera cosa que pensaste en redactar, no la más importante. Las listas carecen de manera inherente de todo propósito de éxito”.
Por ello, el especialista destaca que lo que se debe hacer es una lista de éxitos; aquella que incluya los resultados extraordinarios y que se realice de forma deliberada utilizando la fórmula 80/20.
Este principio, implementado por el sociólogo y economista italiano Vilfredo Pareto, dice que la minoría de esfuerzos condiciona la mayoría de los resultados, es decir, 20% del esfuerzo bien hecho, genera 80% de los resultados.
Las mentiras del éxito
Keller explica que el principal obstáculo para ser exitoso es creer las mentiras sobre lo que se necesita hacer para lograrlo.
Detalla que hacer múltiples tareas a la vez no es necesario, al igual que trabajar mucho, forjarse a ser disciplinado, buscar una vida equilibrada o pensar que crecer es malo.
“Pensamos, planeamos y analizamos en exceso nuestras carreras profesionales, nuestros negocios y nuestras vidas, creemos que normalmente triunfamos a pesar de lo que hacemos, no gracias a ello. Tanta hora extra no es una virtud ni es bueno para la salud. La clave para triunfar no está en las cosas que hacemos, sino en el puñado de cosas que hacemos bien”, aclara.
Asimismo, no se requiere de tanta disciplina, sino del hábito de hacerlo y la constancia para forjarlo.
La pregunta esencial
Para fomentar el hábito del éxito, sólo basta con responder una pregunta: ¿Qué es lo único que puedo hacer, gracias a lo cual todo lo demás me resulte más fácil o innecesario?
“La pregunta esencial es el hábito fundamental que sirve para obtener resultados extraordinarios y llevar una gran vida. Se puede aplicar en áreas importantes como la vida espiritual, la salud, vida personal, relaciones importantes, trabajo, empresa y finanzas”, indica.
Esto permitirá saber lo que es importante y así, emprender acciones diarias en función de ello, lo que conducirá a ser más productivo porque no se harán cosas innecesarias. El secreto es dividir las tareas complejas agobiantes en pasos pequeños y manejables.
Aprender a programarse
Algo primordial para lograr el éxito es programar el tiempo para ser productivo y descansar. La clave es organizarse en las primeras horas del día, dedicar 30 minutos a cada actividad matutina y después enfocarse en “Lo único”, idealmente por cuatro horas.
De igual manera, asignar tiempo libre para recargar energía y recompensarse. Se deben reservar fines de semana o los días que se prefieran y respetarlos. “Dar lo mejor de ti mismo en aquello que más importa no sólo te recompensa con éxitos y felicidad, sino con una cosa todavía más preciosa: que no te arrepientes”, concluye.
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