Recientes estudios en Estados Unidos y en Australia plantean un problema "de peso" en las relaciones de pareja, sumando un importante y nuevo desafío.
Existe una idea popular que recientemente adquiere un peso más científico. Un argumento repetido para calmar a las mujeres que sienten el paso del tiempo y aún siguen solteras es decirles que estén tranquilas, ya que los kilos están a su favor.
La idea de que vivir con un hombre engorda a las mujeres se acaba de comprobar gracias a un estudio realizado en Estados Unidos por el National Longitudinal Study of Adolescent Health. La investigación hizo un análisis de 7.000 adultos con diversos "estados civiles" (soltero/a, saliendo con alguien, viviendo con alguien y casado/a), concluyendo que las mujeres están más en riesgo de sufrir de sobrepeso de acuerdo a su “estado civil”.
¿Por qué? El hecho de vivir con un hombre sin casarse aumenta en 63% el riesgo de sufrir de obesidad. El estar casada, aumenta esa misma posibilidad al doble. Si bien con los hombres se observa una dinámica parecida en el fondo, los porcentajes son claramente menores frente al de las mujeres.
Existen antecedentes similares en Australia, en donde recientemente se analizó el cambio de peso de varias mujeres en un período de diez años en relación a su estado civil o sus relaciones sentimentales. Los resultados son muy claros:
- Las mujeres con esposos o compañeros y un bebé, aumentaron más de nueve kilos.
- Las mujeres con esposos o compañeros, aumentaron casi 7 kilos en promedio.
- Las mujeres solteras sólo ganaron 5 kilos de más.
Sin duda, se está frente a un problema "de peso" en las relaciones. ¿Cuáles serían las razones de esta evidencia? Algunos especialistas señalan que el estado civil genera cambios en los estilos de vida. Comienzan a chocar los horarios, los deberes y las costumbres. Tal vez el momento en que se puede andar en bicicleta, es el único instante en que los niños descansan y se puede estar a solas con la pareja.
Esa dinámica de opciones generalmente se inclina en favor del "status quo". Puede darse el caso en el que el hombre es muy bueno para comer y con ello abre la alternativa de que ella también opte por esa vía.
Sin duda se trata de una dinámica que vale también para los hombres, pero las evidencias científicas señalan que las consecuencias no son de la misma trascendencia. El sobrepeso y la obesidad están vinculados a todo tipo de problemas de salud, incluyendo a las enfermedades del corazón y los ataques cardiacos, la diabetes tipo 2 y la diabetes gestacional, la artritis reumatoide y hasta la salud oral.
Tener un compañero sentimental no debe significar que las mujeres descuiden una mirada saludable. Además, el estar en una relación puede ser una oportunidad para volverse más activos en pareja.
En ese sentido, los especialistas subrayan que bien pueden ir los dos juntos a hacer ejercicios, es posible compartir los platos en lugar de pedir uno entero cada uno cuando se sale a cenar o ambos pueden cocinar platos sanos.
Estas cifras implican también un desafío a que las relaciones de pareja se potencien desde un estilo de vida sano y no por el contrario. Es quizás, uno de los "pesos" más importantes que hay que sacar del encuentro entre dos personas con una vida en común.