De acuerdo con la Oxfam, el 10% de la población más pobre del mundo que cumple con el pago de impuestos, pagan una proporción mayor sobre sus ingresos, que la tributada por los más ricos.
Davos. La recaudación tributaria eficientemente distribuida en servicios públicos, tiene probadas ventajas en la población. Un sistema donde pagas impuestos, pero al abrir la ventana ves flores, no genera cuestionamientos, sostuvieron desde el Foro de Davos, especialistas convocados por el Foro Económico Mundial (WEF).
“Hay gente que ha puesto el foco del debate sobre la redistribución del ingreso, en la educación y en la salud. Aquí mismo en Davos, vienen los empresarios a buscar negocios que conecten con la responsabilidad social ¿Pero contribuyen realmente con sus obligaciones tributarias?”, cuestionó la Directora Ejecutiva de Oxfam Internacional Winnie Byanyima.
Durante su participación como panelista en una de las últimas sesiones del Foro de Davos, la activista refirió que las desigualdades minan la democracia. Pero también la minan un estado de derecho que no se respeta, y obligaciones tributarias que no se pagan. O que se eluden. O cuyos tributos no son distribuidos.
De acuerdo con la ONG, el 10% de la población más pobre del mundo que cumple con el pago de impuestos, pagan una proporción mayor sobre sus ingresos, que la tributada por los más ricos.
E hizo un llamado a que los países reorienten sus impuestos, aumentando el ingreso personal y los corporativos, y reduzcan la evasión fiscal.
Y del lado de los servicios públicos, solicitó que se brinden servicios universales gratuitos de atención médica y educación y que se busque garantizar que las mujeres y niñas siempre estén protegidas.
Igualdad para economías eficientes. Al participar como ponente en una de las conferencias del Foro de Davos, sobre “El costo de la desigualdad”, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, explicó que la igualdad es un principio inalienable, y prerequisito para el desarrollo. Aunque no necesariamente es base para el crecimiento de las economías.
Pero si un país quiere desarrollo, entonces sí, necesita igualdad.
Desde su experiencia en la CEPAL, “la inequidad genera desincentivos para completar educación, tener cuidado de salud. Erradicar la cultura del privilegio que caracteriza a América Latina y el Caribe, requiere abordar la desigualdad del ingreso y en la distribución de la riqueza”, comentó.
Pero también demanda del compromiso para reducir la evasión fiscal, que en la región, se aproxima a 6,7% del PIB.
Comentó que en la CEPAL siempre han tenido claro que un instrumento facilitador de la redistribución, es el impositivo. Admite que la política fiscal como se ejecuta en América Latina y el Caribe tiene un papel limitado en mejorar la distribución del ingreso disponible. Pero asegura que al considerar el uso de estos recursos, como parte de las reformas tributarias, con transferencias focalizadas, puede ser un determinante.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, dice que América Latina es la región más desigual del planeta. Y considera que ahí podría explicarse el origen de las molestias manifiestas en irrupciones sociales, que nos han caracterizado.