Representantes del regulador bancario panameño han señalado el interés manifestado por delegados de bancos chinos de establecer en Panamá una base para atender su actividad regional, y usarla como plataforma para el intercambio comercial entre Asia y América Latina.
El superintendente de Bancos de Panamá, Amauri Castillo, expresó el jueves su confianza en el importante rol que la banca china puede jugar en la recuperación económica pos-COVID-19, si bien reconoció que la pandemia no estaba en los planes de negocios de ninguna entidad bancaria.
Castillo destacó al Banco de China y al Banco Industrial y Comercial de China (ICBC), el primero que opera en la plaza panameña, y el segundo que se espera empezar a hacerlo en la misma, como dos bancos muy importantes globalmente.
"Es un banco que tenemos la confianza de que podrá jugar un rol muy importante en esta coyuntura", expresó Castillo durante una conferencia de prensa luego de la presentación virtual de un reporte sobre "el Desempeño del sector Bancario en Panamá".
El superintendente reconoció además la satisfacción en la entidad por el interés que sigue despertando Panamá no sólo en los mercados asiáticos, por lo que indicó que bancos establecidos en las Islas Caimán, en el Caribe, han estado viendo las ventajas competitivas que ofrece el país.
Precisó que han considerado el sistema bancario de clase mundial con que cuenta Panamá, con una supervisión y una regulación realmente apegadas a los más altos estándares internacionales, y con un equipo de profesionales que hacen parte de la superintendencia y que son cautelosos en el monitoreo de las operaciones.
Representantes del regulador bancario panameño han señalado el interés manifestado por delegados de bancos chinos de establecer en Panamá una base para atender su actividad regional, y usarla como plataforma para el intercambio comercial entre Asia y América Latina.
El superintendente reconoció además que la pandemia afectó el proceso de internacionalización de la banca, al verse obligadas estas entidades a ver otros aspectos que requerían de una atención más inmediata, y debido a los efectos de la pandemia, en sus carteras de crédito.
Explicó que la situación ha sido además más compleja por lo atípico del sistema financiero panameño, ya que no cuenta con un banco central o con una red de seguridad financiera, y ante lo cual el regulador bancario panameño ha tenido que forzar a un manejo más prudente entre estas entidades.
Castillo reconoció asimismo que la permanencia de Panamá en la lista del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), de países con tareas por cumplir en lucha contra el blanqueo de dinero y para evitar el financiamiento del terrorismo, afecta también la reputación y la competitividad del país, en referencia a la posibilidad que lleguen del exterior bancos a instalarse.
Además, el entrevistado destacó en su reporte que el centro bancario internacional de Panamá alcanzó a diciembre de 2020 un total de 130.352 millones de dólares en activos, lo cual representó un crecimiento de 4,3 por ciento respecto a lo registrado en diciembre de 2019. De estos 57 por ciento fueron extranjeros y 43 por ciento locales.
Indicó que hubo en 2020 en el centro bancario internacional que opera en Panamá una reducción en utilidades de 45 por ciento en comparación con similar período del año anterior, lo que estableció que en términos nominales representó alrededor de 839 millones de dólares menos.
Si bien el superintendente reconoció que ven hacia adelante un escenario de retos desafiantes, debido a la pandemia, confió en que aún así la fortaleza del sistema va a permitir en que la banca en efecto juegue un rol en la reconstrucción y en la reactivación de la economía panameña.