El programa desarrollado por un equipo australiano permite a los médicos seguir los avances de cada paciente.
Estudiantes y profesores de Tecnología de juegos de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de la Información de Murdoch están desarrollando un juego de realidad virtual para mejorar la rehabilitación de los sobrevivientes de infartos cerebrovasculares.
Los infartos son la primera causa de discapacidad de largo plazo en adultos en Australia, afectando a más de 50 mil personas por año. En el país no existe una alternativa que utilice la tecnología de la realidad virual para ayudar en el tratamiento de rehabilitación.
El equipo de Murdoch ha trabajado con médicos del Instituto de Investigación West Australian Neurociencia (WANRI por sus siglas en inglés) para desarrollar un programa de realidad virtual de rehabilitación que puede ayudar a avanzar en la recuperación de los pacientes que sufrieron un infarto.
El software se llama Neuromender y captura los datos detallados de la parte superior del cuerpo en tiempo real, mientras los pacientes juegan a ser un “wing-man” con niveles de dificultad ajustables por el sistema.
De acuerdo al líder del proyecto, Dr. Mohd Fairuz Shiratuddin, se trata de un sistema computacional de bajo costo que permite a los usuarios interactuar multisensorialmente con un ambiente simulado.
A medida que las personas utilizan el sistema, los datos se envían al servidor central, donde el progreso puede ser evaluado en línea por los médicos.
"Los médicos asignan tareas de rehabilitación a los sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares en su cuidado. Estas tareas se pueden realizar utilizando cualquier computador reciente de menos de $700. Las tareas se han diseñado específicamente para ser atractivas y el sistema es adaptable para mantener los niveles de motivación de los sobrevivientes altos", dijo Shri Rai, Presidente de la Académica de Ciencias de la Computación y Tecnología de Juegos.
"La debilidad de la mano y el brazo son un problema común después del accidente cerebrovascular que sustancialmente impacta sobre la calidad de vida de los supervivientes", dijo el profesor asociado Michelle Byrnes de WANRI. Hasta el 75% de los sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares continúan con problemas motores que asocian a una menor calidad de vida. Esto puede ser como directo del infarto o los efectos a largo plazo de la falta de uso, la inactividad y/o cambios de estilo de vida después del accidente cerebrovascular.
Los investigadores esperan seguir ampliando el software con nuevos contenidos más interactivos y atractivos. Además, ya se programó una prueba piloto para el verano de 2016 con 20 pacientes.