El primer álbum de estudio en tres años representa un nuevo cambio de imagen de la estrella de música pop que comenzó como cantante country.

El nuevo álbum de Taylor Swift, “Reputation”, se elevó a lo más alto de las listas de iTunes en su primer día de lanzamiento, recibiendo críticas variadas de especialistas, pero sus aficionados devoraron sus letras intentado adivinar sobre quiénes hablan las canciones.

“Reputation”, el primer álbum de estudio de Swift en tres años, representa un nuevo cambio de imagen de la estrella de música pop que comenzó como cantante country. No estuvo disponible de inmediato en servicios de reproducción en línea, como ha ocurrido con lanzamientos previos de la artista.

Swift, de 27 años, es reconocida por usar su vida sentimental como inspiración, sin mencionar nombres de forma directa. En “Reputation”, aficionados y compositores vieron indicios que apuntan a sus exnovios Calvin Harris y el actor británico Tom Hiddleston como posibles inspiraciones para los temas “I Did Something Bad” y “Dancing with Our Hands Tied”.

La actual pareja de la cantante, el actor británico Joe Alwyn, habría sido la inspiración para algunas de las canciones más románticas, como “Gorgeous” y “Delicate”.

La disputa de Swift con el rapero Kanye West reaparece en el tema “This Is Why We Can’t Have Nice Things”. “Ahí estaba yo dándote una segunda oportunidad, pero luego me apuñalaste por la espalda mientras me estrechabas la mano”, canta Swift.

La mezcla de hip-hop, dance y una balada acústica en el álbum de 15 canciones proyecta una imagen más dura y vengativa de la cantante, quien se hizo famosa hace 10 años con canciones nostálgicas sobre el primer amor y sobre sentirse como alguien marginado.

Leah Greenblatt de Entertainment Weekly dijo que “Reputation” es una creación “extrañamente dividida, una mitad obsesionada con un oscuro ajuste de cuentas y daño a celebridades, otra enamorada de alguien que la aleja de todo eso”.

Maeve McDermott de USA Today dijo que el álbum es una “visión totalmente formada a una cantante enamorada y en control”, mientras que Jon Caramanica del New York Times lo consideró “altisonante, inesperado y furtivamente potente”.