Conocido como "el Municipal Chico", detiene sus actividades el viernes 8 de agosto para alertar sobre su abandono en términos de políticas culturales. Gestor que lo administra hace ocho años explica la situación.
Luis Marchant no vive en el Barrio Franklin. Sin embargo, el artista y actor está tan comprometido con rescatar el Teatro Huemul que lleva cerca de 8 años dedicado exclusivamente a rescatar patrimonialmente el espacio construido en 1914 donde se grabó la Franja del No.
Pese a su centenario inminente, el Municipal Chico cerrará sus puertas en un acto simbólico que llama a la reflexión sobre su abandono en términos de políticas culturales, porque aunque goza de vida, actividades y un vecindario orgulloso de su fundación, no parece haber una intención oficial de potenciar su infraestructura, dice Marchant.
"Desde el año 2006 que estoy a cargo de la administracion del Teatro Huemul habiendo realizado dos restauraciones hasta la fecha, una antes y otra después del terremoto del 2010. Hemos creado con la comunidad y diversos colaboradores un proyecto que no ha logrado despegar con la fuerza necesaria por falta de financiamiento", se lamenta
Como acto de protesta dice que el teatro donde hoy se realizan talleres, eventos y algunos recitales, serpa clausurado simbólicamente el próximo 8 de agosto en un acto que el gestor denomina un "antitijeral".
La "Resistencia Huemul", como Marchant denomina al movimiento ha movilizado a todo un barrio, desde vecinos, a colegios y empresarios del sector que se declaran parte de la lucha por el escenario del siglo. "Todos lloramos y nos inquietamos cuando se pierden cosas importantes, cosas que nos damos cuenta que valen hasta que precisamente dejan de existir, o simplemente de estar", dice el administrador.
Tiene fe en que ese interés en mantener el teatro y su entorno dará frutos positivos antes del obligado cierre. El gestor propone una serie de posibles usos que se potencian con el trabajo activo y solidario de sus usuarios.
"Deseamos proyectar un lugar de formacion alternativa con algo así como un "banco de tiempo", o una cadena de favores para mantener el teatro con diferentes oficios y disciplinas. Desde idiomas, monitores culturales, turisticos que tengan que ver con una gama amplia de cualquier tipo de arte. Talleres de pintura o que se preste para reuniones de los vecinos, incuso que sea lugar para que los politicos vayan a expresar sus puntos de vista", afirma Marchant.
-¿Propones también una definición institucional en materia de cultura?
-Más que la agenda política, esto es debe ir más allá de un color politico o económico. Tengo claro que la solución no provendrá de otra mano, pero esto ha sido una lucha que se da más allá de cada 4 años, que requiere de una política pública que sea respetada permanentemente para la restauración del valor del barrio.
Foto principal: Radio.UChile.cl/ Foto interior: SantiagoCultura.cl
