Se trata de una técnica que evalúa la rigidez del hígado mediante una imagen anatómica con un código de colores, el cual muestra los diferentes grados de elasticidad en tejidos blandos . 

Tomas Kellner, GE Reports. A nadie le gustaría escuchar que va a morir. Sin embargo, ese fue el pronóstico que Wayne Eskridge recibió de sus médicos en 2010. El diagnóstico fue un caso de cirrosis hepática fase cuatro. Él y su familia habían perdido toda esperanza cuando recibió otra opinión médica completamente distinta: no tenía ninguna enfermedad hepática. Empezaba a recuperarse emocionalmente cuando el diagnóstico se invirtió una vez más.

“Durante un período de cuatro años me dijeron que estaba gravemente enfermo y luego que no y luego que sí, que tenía una enfermedad hepática progresiva causada por el hierro”, dijo Eskridge desde su casa en Boise, Idaho. “Yo no sabía a qué me atenía, pero di siete litros de sangre para tratar el problema de hierro. Más tarde, ese diagnóstico se consideró también un error. Sentí que la información que recibía era insuficiente, pero no sabía a quién recurrir. Fue un proceso que nos volvió locos a mi esposa y a mí”.

La pesadilla de Eskridge finalmente terminó en 2014, cuando una nueva resonancia magnética ayudó a los médicos a diagnosticarle finalmente esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), una enfermedad “silenciosa” del hígado que afecta a personas que consumen poco o nada de alcohol. Eskridge ahora sabe que tiene cirrosis fase 3-4, un caso de enfermedad hepática que va avanzando pero no necesariamente fatal. Él cree que su pronóstico sería mejor si se le hubiera diagnosticado cuatro años antes.

Los médicos realizaron una resonancia magnética con una técnica de imagen llamada MR-Touch. MR-Touch es una técnica que proporciona un elastograma, una imagen anatómica con un código de colores que muestra diferentes grados de elasticidad o rigidez en los tejidos blandos y que ayuda a los médicos en el diagnóstico de la enfermedad. En este caso se trataba de una enfermedad hepática. GE desarrolló MR-Touch en colaboración con Mayo Clinic y el equipo puede capturar la imagen en tan sólo 14 segundos, un tiempo corto para la mayoría de los pacientes que contengan la respiración.

Eskridge cree que si no hubiera sido diagnosticado por su médico mediante la técnica de formación de imágenes MR-Touch, muy probablemente su enfermedad habría progresado a un caso fatal de cirrosis. Ahora tiene esperanzas -y una oportunidad de luchar- para detener la enfermedad.

Al menos 30 millones de personas en los Estados Unidos -una de cada 10 - tienen alguna forma de enfermedad hepática. Las técnicas de imagen médica como MR-Touch y el nuevo software basado en la nube que muestran lo que los médicos necesitan ver podría significar una atención más precisa para los pacientes y mayor efectividad por parte de los médicos.