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Retos y oportunidades del liderazgo femenino
Martes, Junio 15, 2010 - 16:32

Más allá de la desigualdad de género, muchas ejecutivas latinoamericanas se enfrentan día a día a prejuicios y obstáculos que les dificultan acceder a cargos gerenciales y directivos.

El liderazgo femenino está en boga. Mientras algunas mujeres tiene cada vez mayor protagonismo en los negocios, otras profesionales y emprendedoras de este género, han ocupado las salas de clases de escuelas y universidades para capacitarse, al igual que los hombres, en cargos gerenciales y directivos.

En base a este escenario, la red Mujeres Empresarias de Chile, convocó a decenas de ejecutivas de ese país, para discutir los retos y oportunidades a los que se enfrentan, hoy en día, las mujeres empresarias en el campo del liderazgo ejecutivo.

Carolina Eterovic, directora de la red, realizó un análisis del rol de la mujer en la empresa y destacó que la participación femenina en altos cargos alcanza, en el caso de Chile, apenas el 24%. De esta cifra, un 18% está en puestos gerenciales y sólo un 7% en cargos directivos.

Según las asistentes al encuentro, si bien durante años se ha hablado de una desigualdad de género, en muchas ocasiones son las propias mujeres quienes han tenido el miedo a ser juzgadas por priorizar la vida profesional sobre la personal. Las empresarias coinciden en que la mujer es la que construye un techo de cristal, una barrera invisible sobre sí misma, que le impide crecer profesionalmente, debido a una cultura social basada en la costumbre de que ella no debe ser la jefa.

Olga Pizzarro y Massiel Guerra, autoras del estudio "Rol de la mujer en la gran empresa", explican que "las mujeres saben que son ellas las que se colocan el techo, al menos a nivel gerencial, no así a nivel de directorios de empresas, que aún constituyen un espacio limitado para ellas, producto de ciertas prácticas y rigideces en la forma en que se eligen directores".

La opinión de las participantes coincide con un sondeo del programa Chile Emprendedoras, dedicado a establecer por qué el nivel de responsabilidad empresarial de este género sigue siendo significativamente menor al de los hombres. De acuerdo al estudio, las mujeres que han enfrentado este desafío, han debido alejarse de los esquemas tradicionales de funcionamiento, tanto en el ámbito familiar como en su entorno laboral, lo que ha significado una reconfiguración de estos escenarios.

El sondeo mostró además, que la mujer ha debido demostrar su capacidad, habilidad y compromiso para acceder a mayores jerarquías de responsabilidad empresarial, en tanto que las empresas no han sido precisamente un medio que entregue amplias oportunidades para el avance y desarrollo de ellas en la alta dirección.

Para Karina Awad, psicóloga de la Universidad Católica de Chile y experta en Recursos Humanos, "las mujeres toman el 80% de las decisiones adquisitivas en las familias y, en los negocios, participan y aportan complementariedad y una visión diferente de la empresa". Junto con esto, "tienen un 8% más de posibilidades que los hombres en cuanto a satisfacer o exceder expectativas, pero se abstienen de buscar ascensos porque quieren tener un equilibrio que les permita continuar aportando valor en todas las facetas de sus vidas".

Pra revertir esta situación, Awad habla de un nuevo concepto de éxito que comprenda libertad y flexibilidad en las corporaciones y estructuras sociales, para así consolidar una cultura donde predominen los principios coherentes con el equilibrio entre la vida laboral y la familiar.

Asumir los desafíos. Enfrentarse a los retos y asumir responsabilidades, fueron los consejos que dio la empresaria Ana María Icarán, ingeniera comercial de la Universidad de Chile y madre de cinco hijos, durante el evento. Según la profesional, "el éxito para nosotras no es sólo trabajar y llegar a un alto cargo ejecutivo. El éxito está relacionado también con la dedicación de tiempo a las personas que nos interesan".

De acuerdo Icarán, la mujer no ocupa cargos directivos "porque nos autoexcluimos, no queremos seguir subiendo y tener mayor responsabilidad porque creemos que esto sacrificaría nuestro tiempo. Somos adversas al riesgo, queremos tener todo bajo control y pensamos que el éxito laboral supone falta de tiempo para la vida personal y familiar".

Sin embrago, la empresaria insistió en que el éxito depende de cada persona y animó a todas las presentes a arriesgar, atreverse y enfrentar los retos y oportunidades laborales que se les planteen.

Autores

Cristina Vílchez