Si el crecimiento real coincide con el pronóstico, el crecimiento del PIB de la isla en 2021 alcanzará un nuevo récord desde el registrado en 2014, cuando la economía creció 4,72%.
El 20 de febrero, la Dirección General de Presupuesto, Contabilidad y Estadísticas (DGBAS, siglas en inglés) reveló que había elevado el pronóstico de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de Taiwan para 2021 al 4,64%.
Este pronóstico más reciente supone una mejora de 0,81 puntos porcentuales con respecto a la estimación anterior de la DGBAS de 3,83% realizada en noviembre.
Si el crecimiento real coincide con el pronóstico, el crecimiento del PIB de Taiwan en 2021 alcanzará un nuevo récord desde el registrado en 2014 cuando la economía creció 4,72%.
Además, la DGBAS señaló que el PIB de Taiwán para 2020 aumentó un 3,11%, superando una previsión anterior del 2,98% publicada en enero.
La DGBAS añadió que la actualización del pronóstico de crecimiento del PIB para 2021 se produjo en parte gracias al mayor optimismo acerca de las exportaciones de Taiwán, ya que se espera que la industria electrónica de la nación reciba un impulso de la sólida demanda global de aplicaciones emergentes.
El negocio de semiconductores, en particular, continuará beneficiándose de un aumento de envíos relacionados con aplicaciones 5G, dispositivos informáticos de alto rendimiento, electrónica automotriz e internet de las cosas, indicó la DGBAS.
Como resultado, agregó la DGBAS, esta agencia ha elevado su pronóstico para las exportaciones de mercancías y servicios de la nación al 5,05 por ciento para 2021, lo que equivale a un alza de 1,67 puntos porcentuales con respecto a su estimación anterior.
Según la DGBAS, se espera que el PIB de Taiwán crezca un 6,20%, 7,16%, 3,19% y 2,44%, en el primer, segundo, tercer y cuarto trimestre de este año, respectivamente.
A pesar de la mejora significativa del crecimiento en 2021, la DGBAS advirtió que la pandemia de COVID-19 podría seguir ocasionando incertidumbre en la economía mundial, mientras que un aumento en los precios del petróleo y las materias primas, una posible volatilidad en los mercados financieros mundiales y una tensión persistente entre Estados Unidos y China podrían afectar el ritmo de la recuperación económica mundial.