El déficit brasileño de cerca de 100.000 empleados en el sector de tecnologías de información podría llegar a medio millón en 2022 si no se toma el toro por las astas.
El crecimiento acelerado del sector de tecnologías de la información (TI) en Brasil ha derivado en un hecho positivo para un sector de sus empleados: mejora de ingresos debido a una alta rotación, dado que la demanda crece mucho más rápido que la oferta de trabajadores calificados.
Según la entidad que une a estos últimos (SINDPD), casi un 10% de los empleados de las empresas del área, en São Paulo, cambiaron de compañía sólo en el primer semestre de este año.
Pero lo que es bueno en el corto plazo no lo es para el mediano y largo, ya que los proyectos se interrumpen, los equipos se disgregan y los tiempos de concreción se alargan.
“Estamos buscando, en conjunto con la asociación de empresas del sector (Brasscom) soluciones, en el sentido de mejorar el entrenamiento y capacitación de la mano de obra”, explica Antonio Neto, presidente del SINDPD. El déficit actual es de 100.000 trabajadores en el sector y podría quintuplicarse en los próximos 10 años.
A juicio de Neto, la mejor calificación, reglamentación de la actividad y ampliación de derechos son esenciales para resolver el problema.
“Las empresas canibalizan la mano de obra unas de otras, sin percibir que con eso al final acaban alejando a esos trabajadores del sector”, sentencia.