Dijimos: La percepción de que el futuro está más para un real apreciado refuerza la importancia de privilegiar iniciativas que mejoren la competitividad sistémica, como un reequilibrio de las cuentas públicas que permita liberar recursos para invertir en infraestructura (“¿Y ahora qué, Dilma?”, AméricaEconomía Nº 394, diciembre, 2010).
Lo nuevo: El gobierno de Brasil no cumplió con la fecha que se autoimpuso para entregar detalles sobre cómo va a recortar US$30.000 millones del presupuesto de este año, arrojando dudas sobre su disciplina para aplicar tales medidas.Altos funcionarios anunciaron el enorme tamaño del recorte con bombos y platillos el 9 de febrero. Sólo en enero el déficit en cuenta corriente alcanzó US$ 5.409 millones, un 42% más que el mismo mes del año anterior.