Emprendedor quiere resucitar a la aerolínea que hizo de las rutas con América Latina el centro de su negocio.
La comunicación área entre EE.UU. y América Latina durante el siglo XX no se puede narrar sin considerar a Pan American World Airways. Desde su fundación en 1927 hasta su bancarrota en 1991, los aviones Pan Am dominaron gran parte de las rutas internacionales del hemisferio, desde el día en que le fue encargado el trans-porte del correo postal entre KeyWest y La Habana a pocos meses de su fundación. La compañía, de hecho, contó con el apoyo del gobierno de EE.UU. para contrarrestar la influencia de la industria aérea europea en América del Sur. No obstante, una serie de atentados terroristas y problemas en la seguridad le obligaron a cerrar a principios de los noventa. Esta historia, no obstante, podría tener una secuela impensada. En Brownsville, la misma ciudad texana donde Pan Am tenía su centro de operaciones, un emprendedor está buscando resucitar a la compañía. Se trata de Robert Hedrick, un empresario de la industria aérea, quien al instalarse en el suntuoso edificio Pan America Building, en las cercanías de lo que alguna vez fue el Pan American Airport en Brownsville, descubrió que el nombre de la tradicional aerolínea estaba disponible y lo tomó para su flamante negocio. Eso sí, no espere viajes lujosos a exóticos destinos en el Caribe o Sudamérica. Espere más bien 70 rutas de carga que desde 2011 estarán disponibles a distintos puntos en América Latina. “Pronto anunciaremos la reapertura del Gateway de las Américas”, dice Hedrick.