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En casa de herrero, cafetera de palo
Miércoles, Mayo 30, 2012 - 10:11

Los colombianos consumen más café, pero no de su país.

Colombia, uno de los principales productores de café en el mundo, consume ahora más de esta bebida comprándosela a sus vecinos que el que produce en su propia tierra, cuya cosecha se exporta en 95%. Según el Departamento Nacional de Estadísticas, DANE, las importaciones representan el 65% del consumo en Colombia. ¿Por qué ocurre esto? “Estamos vendiendo casi todo el café que producimos. Es más importante cumplir con los compromisos internacionales, porque si no eso genera daños en las relación con los compradores externos”, afirma el ex presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Café de Colombia, Jorge Humberto Botero, quien agrega que el país importa café de menor calidad para la elaboración de productos industriales derivados del producto.

El año pasado la cosecha tuvo una caída de un millón de sacos con respecto a 2010, al producir 7,8 millones, principalmente por consecuencia del invierno colombiano y el aumento de la demanda interna. Ello está abriendo las puertas a cafés de otros destinos. Según las cifras de la Organización Internacional del Café, 956.000 sacos de 60 kilos, del 1,4 millón que toman los colombianos, son ahora de otros países.

Voceros de la Federación Nacional de Cafeteros señalan que estas adquisiciones se destinan a café soluble para el mercado interno y se trabaja para que en ningún caso sean re exportadas, controlando el destino final del grano foráneo. Este fenómeno es muestra de la política comercial colombiana que prefiere vender sus granos de café a precios altos en el exterior, lo que beneficia a sus productores, dejándoles a sus consumidores la opción de pagarlo u optar por cafés regionales de menor calidad.

Autores

Redacción AméricaEconomía