Turquía quiere que México le dé un trato “europeo”.
Con una balanza comercial de apenas US$ 554 millones entre México y Turquía, el país euroasiático
quiere lograr la liberación de los aranceles entre ambas naciones. Y al decir de Timur Dikbayir, consejero comercial de la embajada turca en México, esto es lo único que les hace falta, ya que ambos países tienen convenios con la Unión Europea.
La diferencia reside en que sólo el país latinoamericano cobra aranceles a los productos turcos que atraviesan por Europa. Algo que a la inversa no sucede: “Creemos que nos merecemos un trato igualitario”, asegura Dikbayir. El acuerdo podría no ser mala idea: Turquía creció 9,2% en 2010 y 8,5% en 2011, por lo cual se ha colocado como la decimoséptima economía más grande en el mundo y el segundo mayor mercado emergente, después de Rusia, en su región.