La segunda empresa chilena con mayor exposición a Brasil y su crisis, la multilatina tecnológica Sonda, lejos de estar derrotada, saca ventaja de las oportunidades de la desaceleración regional.
El pasado 3 de febrero, Sonda anunció a Ricardo Recchi como CIO (Chief Information Office) de su operación en Brasil y de CTIS, la empresa brasileña de software que compró a fines de 2014. Pero no se trató de un nombramiento cualquiera, sino de la creación de una nueva posición dentro de su organización en el país. Esta es parte de la revisión en su estructura ejecutiva que la multilatina tecnológica chilena realiza desde septiembre pasado en ese mercado, y que hasta ahora ha implicado el nombramiento de tres ejecutivos de primera línea.
En 2014, el mismo año que la crisis económica brasileña mostró su profunda magnitud, Sonda concretó la compra de CTIS por US$170 millones. Con el aumento de la exposición a ese mercado, la firma debilitó su posición, a lo que sumó la difícil adaptación entre ambas compañías, obteniendo magros resultados en la primera parte de 2015.
Pero Sonda se puso manos a la obra para mejorar sus márgenes en Brasil, uniendo los back offices de CTIS y Sonda, para producir ahorros en costos que se esperan de casi US$20 millones en 2016, entre otras medidas.
Como si fuera poco, “la depreciación de las principales monedas latinoamericanas, en particular la del real brasileño, afectó negativamente la conversión de resultados de moneda local (peso chileno)”, dice Mario Pavón, presidente del directorio de Sonda. En 2015 tuvo ingresos consolidados por $891.122 millones (US$1.254,8 millones), creciendo un 1,4% respecto de igual período del año anterior, y un Ebitda por $126.765 millones (US$178,5 millones), un 2,3% menor que en 2014. “Sin efectos cambiarios, los ingresos y resultado operacional consolidado habrían crecido 8,2% y 10,5%, respectivamente”, explica.
En este adverso escenario, el anuncio de la empresa del mayor plan de inversión desde que partió sus operaciones, en 1970, puede parecer contraintuitivo, pero no lo es. A mediados de diciembre, la integradora de servicios tecnológicos informó inversiones por US$790 millones entre 2016 y 2018; US$540 millones serán destinados a comprar empresas, y el resto financiará el crecimiento orgánico. Este plan busca “continuar con la consolidación de Sonda, con foco en los principales mercados de la región, esto es Brasil, Chile, Colombia y México”, dice Pavón.
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¿Por qué apostar al crecimiento y la consolidación en la región en uno de sus peores momentos económicos? Dos factores se conjugan favorablemente en la ecuación de esta jugada. Una es la baja penetración de las Tecnologías de la Información (TI) en América Latina, que oscilan entre 1,5%-2,5% del PIB, comparado con cerca del 4% del PIB que exhiben las economías desarrolladas. “Para el segmento de servicios TI se prevé un crecimiento a tasas anuales en torno a 9% (en la región), y nuestro objetivo es estar por sobre eso en los países donde operamos”, dice Pavón. Las proyecciones son que el mercado de las TI en América Latina en 2016 será de unos US$140 mil millones. “Es evidente que existe un gran espacio para crecer”, añade.
El otro elemento clave es que las empresas, en tiempos de crisis, buscan reducir costos, y Sonda les ofrece justamente eso. “Cuando una empresa necesita operar en forma más eficiente, las TI son un aporte relevante en el aumento de productividad, puesto que permiten automatizar procesos, ahorrar costos y mejorar la calidad de los productos, todo ello en forma muy rápida si además se acompaña con servicios de outsourcing”, dice el directivo.
Sonda se anticipó y se puso en los zapatos del cliente, dice Diego Arana, analista de la clasificadora de riesgo ICR. “Por ejemplo, una compañía que quiere invertir en impresoras después tendrá que invertir en un técnico que mantenga las impresoras: Sonda ofrece las impresoras, el servicio técnico, servicio remoto para una ayuda más rápida, provisión de repuestos, etc., entonces para la compañía es un ahorro, y se transforma de una inversión a un gasto de administración”.
El mercado ha percibido estas fortalezas y las ha traspasado al desempeño de sus acciones, que se transan en la Bolsa de Comercio de Santiago. Con altos y bajos en el transcurso, desde fines de septiembre de 2015 ha pasado de cerrar en $1.036 (US$1,46 al cambio del 31 de diciembre) a $1.370 (US$1,93) el 18 de marzo de 2016.
La acción se mantiene entre las recomendadas de Bice Inversiones y Euroamérica. “Mantenemos nuestra visión positiva de mediano y largo plazo sobre Sonda, y nuestra recomendación de comprar con un precio de $1.461”, dijo Bice Inversiones al conocerse los resultados del cuarto trimestre de 2015, visión que ratificó en marzo de 2016, cuando la incluyó entre los 10 papeles más recomendados de la Bolsa. “Es la compañía regional líder en TI, en una industria con un fuerte potencial de crecimiento y atractivas rentabilidades sobre la inversión”, justificó.
Euroamérica la ubicó entre las 12 acciones más recomendadas en octubre de 2015. “Mantenemos la participación de Sonda en nuestra cartera larga, principalmente sustentado en la característica anticíclica del negocio de la compañía, que se vería reflejada en los resultados de 3T15”. También argumentó el potencial de su negocio outsourcing durante las crisis, y la consolidación de operaciones con la compañía brasileña CTIS.
De compras
Para concretar la consolidación regional están estudiando unas 60 compañías para su adquisición. La crisis, más el tipo de cambio, nuevamente favorecen a Sonda para que compre a precios convenientes. “La depreciación del real (en Brasil) ha favorecido en términos cambiarios a las valorizaciones de las compañías que se tenían en vista, por lo que los múltiplos parecieran ser más atractivos”, dice Eduardo Montes, analista de estudios de Euroamérica.
En Brasil y Chile la idea es comprar firmas dedicadas a nichos específicos, que complementen la oferta de Sonda, y en Colombia y México se busca ganar escala para aumentar su participación de mercado.
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“La estrategia de enfocar las fuerzas de ventas, en particular en Brasil, hacia la expansión de los servicios de outsourcing y desarrollo de tecnologías para industrias específicas, nos parece un correcto camino a seguir”, dice Montes, y agrega que en México y Colombia el aumento de escala les permitirá competir en las grandes licitaciones. En términos orgánicos, agrega, “nos parece muy interesante el desarrollo regional de datacenters, de manera de tomar un liderazgo y aprovechar el know-how adquirido a través del datacenter de Quilicura (Santiago)”.
La empresa tecnológica de capitales latinoamericanos más grande de la región anunció que los recursos para estas compras y para el plan en general, serán financiados en un 70% con deuda y 30% con recursos propios. La compañía exhibía en 2015 un ratio de deuda financiera sobre Ebitda de 0,7 veces. “Tiene muy bajos niveles de deuda y mucha holgura para endeudarse”, dice Diego Arana.
Pero la crítica del mercado al plan de inversión no viene por ese lado, sino más bien a las posibilidades reales de concretarlo. “El plan mantiene una meta de crecimiento agresivo en un ambiente macro duro. Considerando el escenario macro regional, y también algo de retraso en la entrega de los anteriores planes de inversión anunciados, el cumplimiento de sus objetivos podría ser difícil”, dijo Bice.
El anuncio plantea interrogantes sobre cómo y a qué velocidad concretarán la inversión, dice Montes. “El plan está levemente sobredimensionado. Sonda nunca ha concretado un plan de inversión en su totalidad”.
Mejor en casa
En momentos en que muchas multilatinas están explorando nuevos mercados para diversificar su riesgo y reducir su exposición a las golpeadas economías latinoamericanas, Sonda ha decidido, por ahora, quedarse en casa. “Nuestro foco es continuar fortaleciendo nuestro posicionamiento en Latinoamérica. Hemos desarrollado una organización con gran mística, y tenemos ambición de continuar creciendo en servicios de TI en América Latina, que es una región que tiene las más altas tasas de crecimiento en el mundo”, dice Pavón. Y el mercado lo ve como una buena decisión.
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Esta estrategia es adecuada, siempre que elijan bien el negocio que van a desarrollar, dice Andrea Neira, analista de Renta Variable de CorpResearch. “Por ejemplo, en Brasil la mayor fuente de ingresos proviene de Servicios TI, que es menos propenso a debilitarse en períodos de crisis que Plataformas”, dice. Si siguen con este enfoque, agrega, reconociendo la realidad económica actual de cada país y, por ende, potenciando los negocios que son más adecuados para cada uno, pueden continuar creciendo en América Latina.
Para Montes, “Sonda debería fortalecer sus actuales mercados, de manera de tomar posiciones líderes, especialmente en México y Colombia, mercados conocidos y de gran envergadura”.
Más vale diablo conocido. “Quieren crecer en Latinoamérica porque es el área que conocen mejor. Norteamérica o Europa son mercados que ya están maduros y tienen mayor presencia compañías como IBM, Microsoft o HP, que son muy grandes”, dice Diego Arana de ICR.
Aunque las gigantes tecnológicas internacionales como IBM, Accenture, Tata, Wipro e Infosys poseen oficinas en casi toda Latinoamérica, y les va bien, Sonda ha logrado competirles de igual a igual. “En Brasil está IBM, que tiene como un 20% del mercado, pero Sonda ha logrado crecer los últimos años a un ritmo que le permite tener hoy como la mitad de la participación de IBM”, dice Arana.
¿Cómo lo logra? “Sonda ofrece soluciones integrales para industrias específicas, teniendo amplio conocimiento de los mercados al poseer una larga trayectoria en la región y experiencia en proyectos de gran envergadura”, explica Montes. Con todo, los grandes players “siempre son competencia al hablar de grandes licitaciones”.
La competencia es diferente en cada mercado. En Brasil, por ejemplo, los grandes competidores internacionales se alían con las grandes locales: Totvs, Tivit, Linx. Mientras que “la competencia de menor tamaño estaría con fuertes complicaciones –de acuerdo a fuentes de la industria–, al poseer más baja escala, habiendo muchas compañías ‘bajo el agua’”, dice Montes. “Por otro lado, la competencia es mucho más restrictiva en México y Colombia, países donde no se posee la escala para competir con los grandes players en las licitaciones de mayor envergadura”.
Otra arista que está abordando la empresa para mantenerse competitiva es la de integrar las cadenas de valor. Es decir, de las industrias que ya están o comienzan a integrarse verticalmente. Acá el papel que buscan jugar es en el control de tiempos y costos en la ejecución de proyectos. “Sonda quiere formar equipos especializados, que integren todo el know how regional para lograr un enfoque más de consultoría, cosas a medida para el cliente”, dice Arana.
Es en este tipo de servicios donde se aplican las últimas tendencias tecnológicas. “En la verticalidad de soluciones para el Transporte utilizamos la tecnología de Internet of Things”, dice Pavón. No obstante, en otras áreas, agrega, la misma tecnología tiene aplicaciones para objetivos diferentes. “A ello nos referimos con desarrollar la oferta para industrias verticales, como puede ser salud, retail u otros”.
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Para Montes, las industrias con la adquisición de TI más dinámico, y en la que debiera enfocarse Sonda, es “el retail, donde se han intensificado las ventas online, lo que requiere de plataformas tecnológicas complejas donde Sonda podría tomar partido. Hay otras industrias más de nicho, como el negocio sanitario o eléctrico, donde se podría extender el know how entre los diferentes mercados geográficos”.
La tendencia, dice Pavón, es hacer cada vez más simples y transparentes los procesos, y que estos generen valor agregado. “Dentro de esta línea están las aplicaciones en la Nube, el IoT, el manejo de bases de datos cada vez más complejas y entrelazadas: Cloud, SaaS, IaaS, PaaS, Movilidad, IoT, Smart Cities y Big Data/Analytics”.
¿Y el futuro?
Pese a que la crisis abre algunas ventanas de oportunidades, no se puede desconocer que una desaceleración golpea a todos. “A nivel macroeconómico, el panorama para el 2016 es retador en casi todos los países donde operamos. No obstante, existen proyecciones favorables para la industria TI”, dice Mario Pavón.
Para el mercado, 2016 no será el mejor año para Sonda, pero tampoco será tan difícil como 2015. “No esperamos que el 2016 sea un gran año para Sonda, debido a su alta exposición a mercados con desaceleraciones importantes”, dice Montes.
En Brasil los únicos flancos no serán la recesión y el tipo de cambio. “Deberían existir presiones anexas derivadas de renegociaciones salariales –que se espera sean cercanas a un 10%–, junto al aumento de ciertas contribuciones al Estado, que aumentarían la tasa de 2% a 4,5%, por lo que se espera que el primer semestre sea duro en términos de márgenes”, dice Montes. El traspaso a precio de estos factores sería paulatino, por lo que ya cerrando el año se podrían ver recuperaciones de márgenes.
En Chile, su otro gran mercado, Euroamérica espera un crecimiento cercano a 5% en Servicios TI, mientras que continuaría la tendencia a crecimiento en Plataformas, en especial en la segunda mitad del año tras el lanzamiento del iPhone 7.
Este año los resultados de Sonda “seguirán viéndose afectados por la conversión de los números a la moneda de reporte, debido a la depreciación del real brasileño respecto al peso chileno”, dice Neira, de CorpResearch.
Con todo, desde ICR “no vemos muchas posibilidades de rebajar su clasificación, aunque tenemos claros los efectos que el entorno macroeconómico puede generar en su negocio”, dice Diego Arana.
Para Pavón, esta es una vuelta de tuerca más en la larga historia de Sonda. “En los más de 40 años de Sonda, imagínese la cantidad de temporales que hemos debido afrontar, en Chile y en toda la región”.
En un negocio que cambia más rápido que los otros, las apuestas innovadoras marcarán la diferencian entre el éxito del fracaso ¿Serán las apuestas de Sonda las correctas para mantenerse competitiva?