Tienen menos de 30 años, no han terminado sus estudios y dirigen empresas de alto crecimiento.
Rafael Kiso es director de nuevos negocios de Focusworks, una agencia de social business. Tiene 27 años, pero es dueño de su propia empresa desde los 17. Kiso siguió una formación técnica, pero no se graduó. “Fui llamado para participar en el grupo que desarrollaría lo que actualmente es el Itaú Bankline”, dice. “El salario era bueno y el desafío excelente”.
El headhunter Rodrigo Araujo, socio director de Korn/Ferry International, afirma que la facilidad de aprendizaje y la capacidad de adaptación son rasgos diferenciales de esta nueva generación de emprendedores brasileños. Eso y la familiaridad con las TIC.“Junto con mi hermano, comenzamos a desarrollar proyectos paralelos de sitios de contenido para estaciones afiliadas a la Globo”, recuerda Kiso. Después de un tiempo trabajando hasta la madrugada, comenzaron a cansarse. Apostaron por formar su propio negocio, con un capital propio de US$ 5.000. Hoy tienen 54 empleados y siguen atendiendo al grupo Itaú.
La consultora de recursos humanos Daniella Correa sostiene que la Generación Y busca el desarrollo y la actualización constantes. “Son más desprendidos, menos conservadores y arriesgan más”, dice.
Otro ejemplo es Haysam Ali: tiene 23 años y es CEO de Haysam SIT, empresa especializada en comunicación multiplataforma. Comenzó a trabajar a los 18 años para una multinacional, mientras estudiaba. “Supe del interés de tercerizar el área de cobranza. Decidí que quería tener mi propio negocio y uní el área de cobranza con la de call center”.