Noveno productor de vinos del mundo, Chile tiene cinco marcas entre las 50 más admiradas. Argentina es el quinto productor, pero sólo una de las suyas entra en la lista.
Tal vez la industria del vino en Chile no esté en su mejor momento, pero –si de marcas se trata– es todo un éxito. En la edición 2014 de la encuesta The World’s Most Admired Wine Brands, cinco etiquetas chilenas destacan entre las 50 más admiradas. Una de ellas, Casillero del Diablo, es la número dos. Por contraste, las marcas argentinas (cuyas bodegas están logrando un posicionamiento más alto en el rango de productos de precio promedio elevado) logran una sola entrada (Trapiche, en el puesto 31).
Realizada todos los años por la revista Drinks International, la encuesta es fundamentalmente diferente de los concursos y premios convencionales. Entre los varios criterios que los más de 200 sommeliers y periodistas encuestados deben considerar se encuentran ofrecer un atractivo vigoroso para un público lo más amplio demográficamente posible, reflejar las condiciones singulares de su región o país de origen y estar bien marketeado y empaquetado.
Ello explica que Cono Sur –creada en 1993– supere a gigantes de la promoción, como a la californiana Robert Mondavi y a clásicos de prestigio como Château Mouton Rothschild (cuya historia “moderna” comienza en 1853). Es un logro notable.
Si bien la lista no sorprenderá ni excitará a los conocedores de las exquisiteces globales (grandes vinos no siempre dan a luz a grandes marcas), para quienes desean tener una guía clara de vinos accesibles y buenos de todo el planeta los 50 elegidos son un must.