Los países de la región tienen un éxito mayor al esperado en la lucha de las marcas-país.
Quizás usted lo conoce, pero –sin duda– es algo excepcional. No muchos lo tienen en su mente. Pero al consultor político británico Simon Anholt no le importa. Al contrario, le encanta: su objetivo de vida ha sido convertirse en el “hombre-marca” exclusivo que habla de las “marcas-país”. Autor de libros como Competitive Identity: the new brand management for nations, cities and regions (2007), por mencionar sólo dos, dedica sus días al branding institucionalista. En 2005 creó el Nation Brands Index, para medir el prestigio de los países. Asociado con la empresa GfK Roper Public Affairs & Media interroga a más de 20.000 personas en 20 países, las que responden 40 preguntas sobre los 50 países que más importan del planeta.
A Latinoamérica le va bastante menos mal que en otras mediciones. Brasil ocupa el lugar 20 y Argentina el 21, ambos pese a sus vaivenes macroeconómicos. Es que, de lejos, la simpatía de sus poblaciones y la disposición para disfrutar de la vida brillan más.