Gasoducto clave mejorará flujo de caja y perspectivas de YPFB.
El caño es corto, tiene solamente 48 kilómetros de extensión, pero su impacto en las cuentas de la boliviana YPFB será grande.
“Con el Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA), Bolivia duplicará su exportación de gas a Argentina. Cuando opere a pleno, ésta llegará a 27,7 millones de metros cúbicos diarios”, dice Cristián Inchauste, titular de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos Transporte. Pero ésta ha sido una de las críticas al negocio bilateral: ¿tiene la empresa gas suficiente para aumentar el bombeo?
“Esa parte la supliremos con la expansión de uno de los pozos del megacampo San Alberto”, explica.
Además, agrega, están las inversiones en el también megacampo Margarita. Según el ejecutivo, la producción total de gas subirá de los 46 millones de m3 en este momento, a 49 millones a fines de año y podría alcanzar a los 54 millones en 2012. El futuro estaría asegurado, ya que “hace dos meses tuvimos el descubrimiento de otro megacampo, Aquio, que tiene un potencial de 3 TCF (Trillion Cubic Feet). Con esto, sumando las exportaciones y proyectos de petroquímica, estamos tranquilos hasta 2030”. Las iniciativas paralelas incluyen una planta de separación de líquidos, “con la cual podremos vender propano al norte argentino” y una planta de urea.
Con una rentabilidad promedio del 9% anual en 2010, YPFB Corporate podría tener una facturación cercana a los US$ 5.000 millones en 2011, “lo que la ubicará entre las 100 más grandes de América Latina”, dice Inchauste.
¿No teme que el anunciado boom de gas shale argentino complique el negocio a largo plazo? “Pensamos que no, porque Argentina usa 120 millones de m3 al día. Es uno de los grandes consumidores del planeta. Y nuestro gas seguirá siendo competitivo por costos”.