Pasar al contenido principal

ES / EN

¡Siga a ese avión, rápido!
Jueves, Abril 24, 2014 - 14:00

Un servicio de taxis aéreos llega a Bogotá para los que necesitan llegar al trabajo, literalmente, volando.

Muchos bogotanos retrasados suelen pedirle al taxista que vaya “por sobre los carros” -o sea, volando-, un deseo que se hará realidad en pocas semanas más. Al menos para los que puedan pagar alrededor de US$150 por trayecto. Así lo proyecta FlyElite, la compañía de helicópteros que volarán entre los edificios de la capital colombiana, poniéndola a la altura de Nueva York o São Paulo.

Para Carlos Valencia, gerente de la empresa, “hay muchísimo mercado, especialmente entre los ejecutivos que pueden reducir a minutos unas tres horas en traslados”. Inicialmente el servicio se prestará con un helicóptero Bell 206 L3 que dispone de capacidad para cuatro pasajeros,  y un AS 355 de dos turbinas. Este último para los ejecutivos que, por protocolos de seguridad de las compañías, no vuelan en monomotores.

El servicio no será instantáneo. Dado que en Bogotá el espacio aéreo es controlado por las fuerzas militares, los pasajeros deberán reservar el servicio 24 horas antes, para que la compañía reporte a la Fuerza Aérea Colombiana los datos de las personas que trasladarán y sus rutas. Para Valencia esto no constituye una dificultad porque “podemos ser flexibles con los horarios, y tratar de adaptarlos a las necesidades de nuestros clientes”.

Valencia y su equipo no son nuevos en esto. La compañía ya tiene 28 años de operaciones en Colombia y brinda viajes en aviones y helicópteros a compañías petroleras, de valores y a las fuerzas militares. Aun así, ¿aparecerán los clientes en la cantidad necesaria para lograr la rentabilidad?. “Hay suficientes edificios en Bogotá con condiciones para aterrizajes. Se han hecho revisiones de rutina y también hay suficiente infraestructura”, dice el experto, aunque reconoce que  lo único que no pueden manejar es la meteorología aeronáutica. Sin embargo, “los trayectos en Bogotá son cortos, por lo que un cierre debido a situaciones meteorológicas no es muy fácil”.

Autores

Redacción AméricaEconomía