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Sobredosis de amistad
Martes, Septiembre 4, 2012 - 14:33

Las revelaciones del diario del narco colombiano Juan Carlos Ramírez, alias “Chupeta”, muestran que la prosperidad de la economía de la droga lleva a una alianza creciente con las instituciones públicas.

“Pormi dinero he tenido la ventaja de reunirme con políticos, actrices(no sólo de Colombia), ministros, alcaldes, gobernadores, militares,paracos, guerrilleros civiles, con todo tipo de gente, y aprendí quecon quienes debo ser más desconfiado es con los personajes de lapolítica”. Este extracto del diario del capo del narcotráficoJuan Carlos Ramírez, alias “Chupeta”, hizo que muchos sesonrojaran en Colombia. Otros, en cambio, miraron hacia arriba,distraídos. Pero es casi la guinda sincera y colorida del postre. Enel texto los ex fiscales Luis Camilo Osorio y Carlos Alonso Lucio,esposo de la también ex fiscal Vivian Morales, aparecen junto a 16generales del ejército y la policía, tres almirantes, sietecoroneles, y dos capitanes de fragata, como supuestos colaboradoresdel traficante.

Alo anterior se suma la extradición a Estados Unidos del generalretirado de la policía Mauricio Santoyo, quien fuera jefe deseguridad del ex presidente Álvaro Uribe, por supuestos vínculoscon el narcotráfico y la llamada organización delincuencial“Oficina de Envigado”. Es el epílogo de una serie derevelaciones que se vienen conociendo desde hace varios años, de losfuertes vínculos no sólo de la clase política, sino que la empresarial y de la fuerza pública con la mafia y el crimenorganizado.

Parael investigador Ariel Ávila, de la Fundación Nuevo Arco Iris,ocurre que los narcotraficantes entendieron que no es posible ganarlela guerra al Estado y que es mejor trabajar de mano de lainstitucionalidad. Así es como “México está viviendo la etapa deEscobar Gaviria, pero en unos cuatro o cinco años, los cartelesmexicanos van a entender que no van a ganar la guerra contra elEstado y van a aliarse con él”, dice. Según Iván Cepeda,congresista del Polo Democrático, la corrupción del narcotráficoen Colombia puede ser mayor que la del país azteca, porque estámimetizada. “Sólo a partir de decisiones, como de extraditar aSantoyo, se evidencia que el narcotráfico ha tenido un gigantescoorganigrama a la sombra”. No hay duda de que “ha estado cobijado,tolerado y auspiciado incluso por altos mandos militares, miembros dela clase política, por empresarios y sectores del sectorfinanciero”, asegura.

Autores

Redacción AméricaEconomía