Los climas y períodos de cultivo de Chile y Perú son ideales para un sistema combinado de producción.
Convertir a Chile y Perú en un “frente agroexportador” de nivel mundial es la propuesta que comienza a oírse en ambas naciones y que para algunos no está lejos de suceder. El objetivo, según Portal Frutícola, un sitio de noticias y análisis del sector, es complementar la oferta de ambos países para ofrecer a los mercados internacionales un programa de abastecimiento más amplio. En paltas, por ejemplo, Perú cuenta con producción entre marzo y agosto. Chile, en cambio, entre agosto y febrero. Asimismo se puede armonizar la producción de uva y mandarinas.
“Es un complemento muy interesante”, dice Fernando Cillóniz, presidente de Inform@cción, institución peruana especializada en desarrollar información sectorial y de mercados. Para el especialista, la formación de un “frente común” es un paso “natural” y casi “lógico”, no sólo por la complementariedad en temas de cultivo, sino también porque existe un complemento económico que se traduce en la presencia de empresas chilenas en el Perú y en el aumento de las inversiones peruanas en Chile.
Según Isabel Quiroz, directora ejecutiva de la consultora chilena iQonsulting, Perú y Chile tienen mucho espacio para este tipo de situaciones donde ambos ganan. Un caso es el de la uva. “Sobre todo, porque están buscando ofrecer la misma calidad y nuestras uvas la tienen”, dice Quiroz. Ahora sólo falta que los gobiernos y las empresas se pongan de acuerdo para poder cosechar este plan.