La escuela tiene alumnos de 5 a 14 años, quienes pueden aprender el armado de robots, además de estudiar programación y prepararse para los desafíos en materia de ciencia, mecánica y electrónica.
La formación en cuanto al armado de robots o programación es algo bastante común dentro de Montevideo, sobre todo si se compara con lo que pasa en el interior, donde la oferta para acceder estas capacitaciones es mínima. Con el apoyo de la Intendencia de Paysandú y de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), Lucía Medina decidió abrir Roboprox, la primera escuela de robótica fuera de la capital.
La escuela tiene alumnos de 5 a 14 años, quienes pueden aprender el armado de robots, además de estudiar programación y prepararse para los desafíos en materia de ciencia, mecánica y electrónica.
Medina estuvo inmersa en la docencia toda su vida. Fue maestra de educación primaria, y ensayaba un plan piloto en el centro educativo donde se desempeñaba. Luego de unos años, se dio cuenta de que en Paysandú no existían actividades que incluyeran la robótica o la programación. "Todas las actividades extracurriculares que había estaban dentro de lo clásico: arte, yoga, deporte", afirmó la joven fundadora.
En 2017, el suplemento Cromo de el diario El Observador publicó una nota llamada "Robótica para todos", en donde Medina afirmó que, a su relación con la docencia, se le sumó que a su hijo no le interesaba ni el arte ni el deporte, lo que la llevó a pensar que quizá le podía gustar la robótica como a ella.
Lucía Medina, fundadora de Roboprox
A pesar de que se sentía cómoda y segura en el lugar donde trabajaba, Lucía Medina decidió llevar a cabo su propio emprendimiento para "poder tener libertad" en lo que hacía.
Roboprox permite tener una continuidad para sus alumnos, es decir, provee contenidos específicos según la edad de cada uno. "No creo que falte educación en la materia, sino que es algo nuevo que requiere una sistematización", opinó Medina. La escuela también incentiva a aquellos chicos que tengan ideas y expectativas nuevas, sin importar la edad. Al aprobar la capacitación, los estudiantes reciben un certificado.
Una modalidad distinta
La metodología educativa en la que se basa la enseñanza de la escuela es STEM que, por su sigla en inglés, refiere a las áreas en ciencia, tecnología y mecánica. La educación de este tipo combina todas estas disciplinas y las relaciona entre ellas, lo que le permite al alumno tener un aprendizaje mucho más práctico y ágil. "Es una muy buena herramienta para aprender a solucionar problemas, desarrollar la creatividad, la curiosidad, la paciencia y el trabajo en equipo", justificó Medina.
Además de la presencia en Paysandú, este año decidieron expandirse a otros lugares dentro del Uruguay, uno de ellos es Salto, donde dictan clases en tres colegios y uno de esos centros educativos ha decidido incluir la capacitación en su programa anual. También tienen presencia en el Centro Comercial del departamento.
Hace algunas semanas, la propuesta se llegó a un colegio de Young, Río Negro, donde se está aplicando una prueba piloto. "Es una etapa de expansión y de inversión", sostuvo Medina. La escuela tiene cinco docentes en Paysandú; dos en Salto y en Young.
Medina comentó que la responsabilidad de ser pioneros en el interior va más allá de las propuestas que puedan surgir a nivel público o dentro de Montevideo, sino que el mayor desafío es llevar adelante la sistematización con el objetivo de que aquellos que decidan capacitarse en robótica puedan lograr una continuidad. "Además, el reto está en el hecho de tener personal capacitado desde la docencia, porque considero que la diferencia más notoria con otros proyectos del mismo ámbito es la metodología en la forma de enseñar".
Para la fundadora de Roboprox, es fundamental que los docentes estén inmersos en la enseñanza para darle una continuidad personalizada a sus alumnos.
Robots para grandes y chicos
Más allá de poner el foco en los niños, también existe la propuesta para los adultos. "Pro-adultos" es un proyecto que se está implementando en Paysandú y que contiene un programa más corto para aquellos que quieran tener un conocimiento básico en robótica. "Este curso para adultos sería el primero en el interior", afirmó Medina.
Por fuera del armado de robots y programación, que incluye la parte teórica-práctica y en donde se utilizan distintos materiales para la programación y diseño; Roboprox, desde mediados de 2017, abrió la capacitación en impresión de tercera dimensión. "Lo estamos implementando porque para la escuela la creatividad es uno de los aspectos que más se quieren desarrollar".
De puertas abiertas
En estos dos años, la escuela de robótica ha aumentado sus cupos con chicos que tienen un diagnóstico de hiperactividad o que están dentro del espectro autista. "A nivel grupal y docente, nos han enriquecido mucho", afirmó Medina.
En el centro multidisciplinario Moiru de Paysandú, mediante la modalidad Inhouse de Roboprox, los chicos que tienen un seguimiento por diagnósticos de este tipo también tienen la posibilidad de realizar el aprendizaje en robótica.
La fundadora de la compañía también aseguró que la robótica ayuda a estos chicos en el relacionamiento social y en la concentración. "Muchas veces no se nota que tienen capacidades diferentes". La dueña de la compañía dijo que aún no tienen cuantificados los niños con estas características posee la escuela, ya que asisten a las clases en el mismo horario que el resto de los chicos.
Datos útiles
- Los costos varían entre $ 1.000 (US$ 34) y $ 1.500 (US$52) mensuales, que incluyen todas las herramientas necesarias.
- En Paysandú la escuela tiene 110 alumnos.
- En total Roboprox está en seis colegios tanto en Paysandú como en Salto y Young.
FOTO: PEXELS.COM
