Un hospital de Singapur ha robotizado el 80% de la dispensación de medicamentos en su farmacia.
La robotización de los últimos años –y la que tendrá lugar en los siguientes– despierta algunas inquietudes. Una de las más recurrentes es la pérdida de empleos. Pero lo cierto es que no siempre será así y un buen ejemplo se puede ver en un hospital de Singapur, donde los robots dispensan medicamentos a los pacientes. Si no lo hicieran las esperas se multiplicarían. Precisamente estas máquinas han llegado para solucionar el problema de las largas colas que había antes de que entraran en funcionamiento.
El 80% de los medicamentos que se dispensan en el Hospital Tan TockSen de Singapur los entregan robots. Solo hay un 20%, que corresponden a medicinas delicadas, que solo las personas pueden manipular.
La farmacia del hospital se ha robotizado drásticamente. Unas máquinas, las Rowa Vmax que son grandes cajas negras, reciben los pedidos cuando el médico los receta en la habitación. A partir de ahí se ponen a trabajar. Unos robots pequeños se mueven dentro de las cajas negras para buscar rápidamente el medicamento. Cuando lo encuentran lo envían a través de una cinta, donde llega a manos de farmacéuticos. Estos comprueban mediante una etiqueta RFID si la comanda está bien.
Una vez hechas las comprobaciones, el medicamento se coloca en otra cinta transportadora. Allí llegará "a manos" de un brazo robótico de tipo ABB, los que normalmente se usan en la industria de la automoción. Esta máquina acerca el pedido a los farmacéuticos que atienden a los pacientes en el mostrador.
Son más de 1.400 pacientes los que acuden diariamente a la farmacia del hospital, así que la rapidez es clave. El centro asegura que los tiempos de espera se han reducido en un 50%. Toda la maquinaria instalada equivaldría a emplear a 19 personas. Sin embargo, el hospital indica que no se han perdido puestos de trabajo. Los especialistas que estaban en la farmacia ahora han pasado a puestos de categoría superior.