Este sistema ha permitido reconquistar a una generación que espera prácticas más conscientes con el medio ambiente.
La industria textil es la segunda más contaminante y se hala muy poco de ello. Se promueve el reciclaje, el uso de la bicicleta, plantar árboles pero no se hace nada con respecto al fast fashion. Esta tiene varias vertientes, no solo relacionadas con la contaminación y la destrucción del patrimonio natural, sino una vertiente social como son los salarios bajos y la destrucción de industrias textiles locales, ya que su principal objetivo es sacar colecciones cada dos semanas y a precios muy bajos. Es por la misma razón que las marcas saben que para mantenerse competitivas deben innovar en todo sentido, por eso ahora están usando la modalidad rental o sharing como nueva línea de negocio.
Conquistar a las nuevas generaciones ha sido todo un reto para las marcas, sin duda, ellos desean adquirir productos y servicios que rompan el molde y respondan a necesidades que favorezcan el medioambiente y causas sociales. En ese sentido, apareció un nuevo fenómeno, reciente y prometedor, que emerge del sector de la moda: el fashion sharing, que no es más que el alquiler de prendas de ropa.
Vale la pena resaltar que esta tendencia ya se había consolidado desde hace años en algunos segmentos como la moda nupcial. Desde una perspectiva diferente, la cual unifica la sostenibilidad, el marketing experiencial, el deseo de productos de lujo y, sobre todo, el auge de nuevos consumidores, situados en la generación millennial, quienes ya no están interesados en “poseer” si no en “disfrutar” de prendas, tal como hacen cuando comparten un coche o van de vacaciones usando Airbnb.
Al respecto, Mireia González, directora del Máster en Dirección y creación de marcas de Moda de ESdesing, informó: “Las marcas ecológicas más vanguardistas ya están usando el Fashion Sharing o rental como línea de negocio, ya que se produce menos (trayendo menos impactos al medioambiente), se aumenta la usabilidad de cada producto y se llega a un nuevo grupo de consumidores; los cuales no quieren pagar precios muy elevados, pero son audaces y desean probar mejores productos, saludables y especiales”.
González, indicó que el mercado de lujo es otro interesado en la estrategia, porque puede acceder a un nuevo público; joven y fresco, interesado en sus productos, más como un fan que como un cliente tradicional, pero que hará una difusión de los mismos, especialmente a través de las redes sociales, consolidando el prestigio y su posicionamiento de marca líder en tendencias.
¿De dónde salió la tendencia?
Rent The Way es una marca pionera, apareció en Estados Unidos en el año 2009 con una plataforma de alquiler de trajes para ocasiones especiales, donde los clientes podían rentar prendas de cerca de 39 marcas. En 2016 hubo un boom de nuevas opciones que funcionan básicamente como un paquete de Netflix, por determinado dinero mensual - ronda los 90 dólares- y se obtiene acceso a cuatro prendas al mes. Además, se asocian a redes de coworking para tener lugares físicos donde entregar las prendas.
Actualmente, este modelo de negocio está evolucionando y ofrece servicios a las marcas, es decir, ellas no tendrán que desarrollar supropio “renting” si no que lo harán a través de la plataforma. Compañías como Levi´s, J.Crew o Marquesa, ya pertenecen a algunos catálogos.
Aunque está tendencía no ha llegado en su totalidad a Colombia, hay diferentes maneras en las que podemos contribuir con la moda circular, como comprar ropa usada o reciclada.