Tal y como muestran los datos, el ritmo del rearme militar ruso no se ha ralentizado.
La crisis económica ha tenido su impacto en Rusia. Al igual que ha ocurrido en los últimos años, se ha reducido el presupuesto estatal y ha habido recortes en el gasto militar.
“Este otoño tendremos que preparar una nueva ley presupuestaria para el año que viene. Incluye el presupuesto militar aunque no tendrá un impacto en el proceso de rearme de nuestro Ejército y Marina”, declaró el presidente Putin.
Así fue en 2016, cuando el gobierno ruso se apretó el cinturón y redujo el gasto militar en alrededor de US$2.700 millones de dólares.
Ruslán Pújov, director del Centro de Análisis y Tecnologías, cree que no hay ninguna sorpresa.
Añade que la población no debería estar preocupada por el descenso de la financiación de las fuerzas armadas o por la reducción de las capacidades defensivas de Rusia. Tal y como muestran los datos, el ritmo del rearme militar no se ha ralentizado. Las fuerzas aéreas, de tierra y mar tienen todavía que recibir nuevos sistemas armamentísticos de alta tecnología como está previsto.
Aunque Pújov declara que si la recesión económica continúa, los militares sufrirán dentro de unos 10-15 años.
¿Qué se recortará?
La mayor parte del presupuesto del Ministerio de Defensa (48.000 millones de dólares, casi un 4% del PIB del país) se gasta en sistemas militares de nueva generación. Esto incluye cazas, bombarderos, tanques, submarinos y buques.
El Ejército recibirá alrededor de US$370.000 millones hasta el 2022. Aunque algunos expertos creen que el presupuesto se equilibrará con el retraso de algunos proyectos ya planeados, reporta RBTH.
“El gobierno retrasará algunos suministros y trabajos científicos. Por ejemplo, en estos momentos Rusia no necesita invertir toneladas de dinero en el desarrollo de complejos de misiles ferroviarios Barguzin con misiles balísticos intercontinentales de nueva era. Por lo tanto, estos trabajos se podrían retrasar varios años”, declaró a RBTH Dmitri Safónov, analista del diario Izvestia.
Además cree que el gobierno pospondrá la inversión en el desarrollo del PAK DA, el nuevo bombardero estratégico. Por lo que respecta al Barguzin, actualmente hay otros sistemas que pueden realizar ese trabajo a buen nivel.
“Se trata de un complejo proyecto a largo plazo. Rusia no planea lanzar guerras o meterse en conflictos en los que necesite que monstruos alados lancen 30 toneladas de misiles y bombas sobre sus enemigos. Las moderna aviación estratégica, que cuenta con el Tu-160, el Tu-22M3 y el Tu-95, cumple perfectamente con las tareas del país en sus operaciones contra los terroristas del Estado Islámico”, añade Safonov.
Mientras tanto, los expertos comparten que nunca se retrasarán o se recortarán algunos programas de misiles nucleares ya que son de gran importancia.
El ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, ha declarado este año que la industria militar rusa trabaja a todo trapo para crear el nuevo misil balístico intercontinental Sarmat.
El misil, llamado RS-28, tiene un peso de 100 toneladas y una carga de 10 toneladas. Las tropas estratégicas de misiles recibirán los primeros ejemplares a partir del del año 2020 y estos reemplazarán a los R-24V Voievoda, que con un peso de 211 toneladas y una carga de 9 toneladas están considerados hoy en día los misiles estratégicos más potentes del mundo.
Safónov cree que el nuevo misil será una pieza clave en la política de disuasión de Rusia ya que podrá volar hasta los 17.000 km y llevar consigo 15 vehículos de reentrada múltiple, cada uno de ellos con una carga entre 150 y 300 kilotones.
“Esto será clave a la hora de prevenir grandes conflictos y proteger el futuro de la nación”, declaró a RBTH.
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