Todos han pasado por una situación en que fue necesario pensar y actuar rápido, por esto, es imprescindible tener el máximo de cuidado posible y así evitar futuros contratiempos.
Es cada vez más natural la necesidad de realizar trabajos bajo presión. Las exigencias requieren que se tomen decisiones con rapidez, en medio la confusión del día a día, con falta de tiempo y, muchas veces, con diversos problemas, como mal entendidos y problemas de de comunicación en la empresa. Intentar mantener la calma para tomar decisiones es el primer paso.
Todos hemos pasado por alguna situación en que hay que pensar y actuar con rapidez, y es imprescindible tener el máximo de cuidado posible para no acabar interrumpiendo las etapas y terminando haciendo lo que podría ser una solución que se vuelva un problema aún más grande.
De acuerdo con el coach brasileño Paulo Roberto de Souza, cuanto más presión mayor es la posibilidad de tomar una decisión errada: “¿la pregunta correcta debería ser lo que está pasando? y ¿ no lo que debo hacer?
Analizar la raíz del problema es el primer paso para encontrar soluciones y resolver adversidades. “ Por esto, las reuniones periódicas son importantísimas dentro de una empresa. No hay que esperar que el fuego comience para después apagarlo, es necesario evitar que el incendio comience”, dice de Souza.
Una vez que el problema es reconocido, llega la hora de pensar en mejorar la actitud. Es importante priorizar lo que debe ser hecho. Anotar en un papel todo aquello que se tiene que resolver y enumerar las más importantes, las más urgentes. Recuerde siempre un punto importante: tratar de resolver únicamente lo que es controlable.
No creer que puede ayudar en todos los sectores, que es capaz de resolver. En esos momentos es mejor consultar a algún experto en el asunto, una persona que sepa lidiar con esas situaciones y tenga experiencia en la toma de decisiones bajo presión.
Muchas veces a una edad temprana, por impulso se acaba tratando de resolver los problemas de forma más rápida. Y nunca debemos debemos olvidar que en el mundo en que vivimos ahora ¡saber trabajar bajo presión es casi un elemento obligatorio en una entrevista de empleo!
