La Monarquía, Cataluña, el régimen cubano e Israel fueron algunos de los aspectos que el cantante español abordó en un inquieto y distendido conversatorio con una diputada comunista y un escritor activista gay.
El cantautor Joaquín Sabina repasó este lunes en Chile algunos temas de la actualidad política como la Monarquía española, el proceso soberanista catalán o su decepción con el régimen cubano, y además se defendió de las críticas que recibió estas últimas semanas por actuar en Israel.
El artista, que esta semana se presenta en Santiago y Concepción dentro de su nueva gira "500 noches para una crisis", fue entrevistado en un hotel de la capital por un grupo de periodistas chilenos, la diputada comunista Karol Cariola y el escritor y activista de la causa gay Pablo Simonetti.
En un tono relajado y distendido, Sabina no rehuyó ninguno de los temas que plantearon sus entrevistadores y puso un énfasis especial en explicar los motivos que lo llevaron a cantar en Tel Aviv en junio pasado, actuaciones que fueron criticadas por grupos pro palestinos.
El jiennense explicó que actuó junto a Joan Manuel Serrat y que tenían un contrato vigente, aunque el motivo principal por el que decidió salir al escenario fue, dijo, que no cree en los boicots culturales.
"Yo creo en los boicots de armas, incluso económicos, pero no creo en los boicots culturales. Creo que hay que tender puentes en lugar de dinamitarlos", sostuvo.
Sabina señaló que los amigos israelíes que lo invitaron a actuar, como la cantante Noa o el novelista Amos Oz, son "absolutamente pacifistas, absolutamente antimilitaristas y están en contra del gobierno de su país".
"No hay que dejarlos solos, es muy importante decirles que ellos son importantísimos para que el gobierno de Israel no siga en esa deriva que llega a ser, como esta vez, criminal", añadió.
Aún en el plano internacional, el cantautor español habló de Cuba y de la deriva que con los años ha tomado el gobierno de la isla, liderado por los hermanos Fidel y Raúl Castro.
"Fuimos absolutamente pro cubanos y pro castristas y luego, a pesar de seguir siendo amigos, somos un poco amigos separados y reticentes porque no podemos cerrar los ojos a algunas cosas que vemos en Cuba", dijo Sabina, quien lamentó la "falta de futuro y de oportunidades" que hay actualmente en ese país.
El artista también comentó temas de la actualidad española y criticó con dureza el rumbo político que han adoptado algunos países de Europa, donde los políticos, a su juicio, se han empeñado en acabar con la "gloria" del estado del bienestar.
"Están acabando con la educación pública, con la sanidad pública, y creo que van incluso contra la Ilustración. Es un momento muy dramático", apuntó Sabina.
Lanzó sus dardos contra la Monarquía, a la que definió como "un anacronismo medieval", y consideró que el pueblo español es "suficientemente maduro" para aceptar una transición hacia una república "contemporánea y moderna".
Sabina se posicionó contra los nacionalismos -"es un aldeanismo que se cura leyendo y viajando", dijo- al referirse al proceso soberanista de Cataluña, aunque consideró que los ciudadanos deben poder votar en un eventual referéndum sobre la independencia.
"Creo que tienen derecho a votar y a irse si quieren, pero que no cuenten conmigo para aplaudirlos", sostuvo.
El artista se refirió a la irrupción de "Podemos" en el panorama político español, una formación de izquierda que aboga por renovar completamente el sistema político y económico y que se ha convertido en la tercera fuerza política del país.
Sabina aseguró que el auge de "Podemos" se debe a la "desesperación" de la ciudadanía "con el modo que tienen de no resolver los problemas las castas de políticos profesionales" y vaticinó que la formación liderada por Pablo Iglesias seguirá creciendo.
Aún así, consideró que en algunas proclamas "Podemos" muestra un lenguaje parecido al discurso marxista de principios del siglo XX, por lo que le recomendó "reciclarse un poco y adaptarse al siglo XXI".