En el Año Internacional de la Diversidad, la ONU pretende un giro: el foco estará puesto en una evaluación realista de cómo el mundo natural es clave para el crecimiento económico.
San José. "Cuarenta y nueve". En una playa de Costa Rica, un investigador susurra el número de huevos blancos y viscosos recién depositados por una rara tortuga laúd en un hoyo cavado en la arena bajo la brillante luz de la luna.
Tortugas como esta hembra de 1,5 metros probablemente han luchado para poner sus huevos desde que los dinosaurios desaparecieron hace 65 millones de años. La región es el principal sitio de anidación en el Pacífico este para esta especie gravemente amenazada.
La cifra de laúdes que llegaron a esta playa costarricense cayó a 32 en la temporada 2008-09, de las 1.500 hace dos décadas, debido a factores como la presencia de hoteles cercanos, la caza de huevos, la caída en redes de pescadores y el cambio climático.
El número ha subido levemente esta temporada.
Lejos de la playa, otros expertos podrían ofrecer un nuevo argumento para conservar las tortugas, puesto que evalúan si su sangre de rápida coagulación ofrecería pistas para ayudar a los humanos, o si el modo en que regulan su flotabilidad puede informarnos sobre el diseño de un submarino.
En el 2010 -el Año Internacional de la Biodiversidad- Naciones Unidas quiere que se disminuya el creciente el ritmo de las extinciones y llegar más allá de los amantes de la naturaleza, alcanzando a compañías y economistas.
Cambiando el énfasis de las imágenes emotivas de osos polares, pandas y laúdes que recalcan la fragilidad y belleza de la naturaleza, el foco está puesto en una evaluación realista de cómo el mundo natural es clave para el crecimiento económico y los nuevos productos.
"Fomentar la biodiversidad puede fomentar la economía internacional", dijo el Programa Ambiental de la ONU en un titular sobre un comunicado. Los servicios naturales junto a los arrecifes de coral, los bosques y los pantanos muy a menudo son subestimados, decía.
Pero las ganancias de la imitación de la naturaleza a menudo han sido difíciles de alcanzar. Según algunos cálculos de la ONU, se extinguen tres especies por hora, en su mayoría antes de que hayan sido identificadas.
"Es como si tuviésemos una casa llena de regalos de bodas", dijo James Spotila, un profesor de ciencia ambiental de la Universidad Drexel en Filadelfia. "Y los estamos arrojando por la ventana antes de abrirlos", agregó.
Crisis por extinción. Los reportes de la ONU dicen que el mundo está ante la peor serie de extinciones desde que desaparecieron los dinosaurios, debido a factores como la expansión de ciudades, la deforestación, el exceso de pesca, el cambio climático y la desaparición de los hábitat de las especies.
Sin embargo una hectárea de arrecife de coral intacta puede generar US$1 millón al año en turismo, US$189.000 en protección de tormentas, US$57.000 como fuente de material genético y US$3.818 para la industria pesquera, según un estudio respaldado por la ONU de fines del 2009.
El problema es convertir esos cálculos en efectivo. "Siempre pregunto: '¿Dónde está la propuesta comercial?'", dijo Gunter Pauli, director de Iniciativas e Investigaciones Cero Emisiones, que busca oportunidades en la naturaleza.
Muchas farmacéuticas dependen de la naturaleza. Como ejemplos recientes, científicos desarrollaron la droga artemisinina contra la malaria a partir del ajenjo dulce, mientras que tanto el Catharanthus malgache como el tejo del Pacífico han producido tratamientos para el cáncer.
Más allá de los medicamentos, las firmas consideran el "biomimetismo", trucos de la naturaleza como los adhesivos inspirados en los pies de lagartos gecos pueden caminar sobre cielorrasos, o pantallas de celulares que imitan las aletas tornasoladas de mariposas para generar colores.
Compañías como Royal Dutch Shell, Dupont y Nike trabajan junto a Biomimicry Guild, que busca nuevas ideas. "Es tan divertido ver cómo se les iluminan los ojos. Pueden ver que 'podemos ganar dinero y hacer lo correcto'", dijo Sherry Ritter de Guild.
De todos modos, Pauli dice que sólo tres productos biomiméticos garantizaron un rendimiento anual de más de 100 millones de euros (144,3 millones de dólares).
Ideas comerciales. "Muchas son ideas bellas y románticas", dijo Pauli. "El abalón (un molusco) produce materiales más fuertes que el Kevlar: correcto. Su viabilidad comercial: ninguna. Es demasiado complicado", explicó.
Entre las nuevas ideas comerciales, afirma que las plantaciones cafeteras en Colombia generaron 10.000 empleos usando residuos del café como fertilizantes para cultivar hongos tropicales comestibles. Y a su vez, los residuos restantes pueden ser vendidos como alimento para animales.
"Si tu dices: 'Podemos estar hablando de un triple flujo de dinero', entonces el empresario se va a interesar", explicó, refiriéndose a los tres ingresos en un proyecto de estas características.
Los estudios que muestran el valor utilitario de la naturaleza constituyen un motivo adicional para la conservación, dijo Ahmed Djoghlaf, secretario ejecutivo de la Convención sobre Diversidad Biológica.
Sólo resulta natural que estos enfoques, y los nuevos datos que generan, estén recibiendo más atención desde que sus cálculos están repentinamente volviéndose más robustos, dijo Djoghlaf.
"El deterioro de la biodiversidad es causado por actividades económicas y el debate político muy a menudo tiende a colocar los intereses 'económicos' frente a los intereses 'ambientales'. El reciente trabajo muestra que esta yuxtaposición es inconsistente", comentó.
El "Acuerdo de Copenhague", firmado por algunas naciones en las negociaciones climáticas de la ONU en el 2009, también buscará promover el uso de bosques tropicales para absorber gases de efecto invernadero, una nueva fuente de ingreso para las naciones pobres.
Spotila, experto en laúdes, dijo que la sangre de las tortugas se coagula rápidamente para evitar que los tiburones perciban su olor. Los científicos estudian la sangre de las tortugas en busca de posibles pistas para contener la hemorragia en humanos, por ejemplo después de una cirugía.
Y las laúdes, la especie más grande de tortuga, pueden sumergirse más profundamente que otras tortugas, lo que lleva a los expertos a preguntarse cómo es que regulan la flotabilidad. Eso y la forma de sus caparazones podría arrojar pistas para el diseño de submarinos o barcos.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza está buscando auspiciantes corporativos para poner freno a la pérdida de especies, después de que el mundo no cumplió con un objetivo de la ONU de disminuir el ritmo de las extinciones de animales y plantas para el 2010.
"Fracasamos miserablemente", dijo Jean-Christophe Vie, vice director del programa de especies de IUCN. Señaló que justificar la protección de la naturaleza usando la economía con frecuencia sólo plantea lo obvio.
"Necesitamos un argumento económico, pero lo encuentro muy triste. Cosas como la acuicultura, la leña, la polinización, el agua potable. ¿Puede imaginarse el tamaño de la economía o de la compañía necesaria para proteger eso?", preguntó Vie.