Programa de Discovery Channel estrena su tercera temporada en la que destacan esforzados trabajos en modelos tan distintos como un minibús Volkswagen alemán, un Chevy Impala modelo 65 y el clásico "auto fantástico", entre otros.
El cerebro automovilístico Richard Rawlings y el prodigio de la mecánica automotriz Aaron Kaufmann vuelven a reunirse para una nueva temporada de "El duo mecánico", serie que transmite el canal de pago Discovery Channel y que en inglés se llama "Fast n' loud".
En esta tercera temporada los automóviles volverán a relucir cromados brillantes, sus figuras características y estrepitosos motores desde el martes 3 de febrero a las 22:00 horas.
Los destacados expertos buscan en los rincones más remotos del estado de Texas (y también en otros estados vecinos), autos clásicos olvidados y en ruinas para comprar y restaurar en su taller “Gas monkey garage” de Dallas. En cada viaje se aprecian las costumbres y personajes locales, siendo también una fotografía entretenida de los lugares.
Entre las novedades que se esperan en la nueva temporada se anotan rarezas como un minibús Volkswagen alemán, del cual nadie conoce su mecánica, o clásicos como el Chevy Impala modelo ’65. En las travesías a través de rutas, caminos alternativos, graneros y ventas de garaje, Richard y Aaron se ponen como objetivo construir su mejor hot rod: una camioneta Chevy C-10 de caja angosta de 1976 para luego ser subastada y sacar un buen rédito de su trabajo.
Pero uno de los mayores desafíos del “Gas monkey garage” es la construcción de un Pink Caddy ‘55, un emblemático modelo de Cadillac de 1955, de color rosa, que se hizo famoso en aquel año cuando Elvis Presley compró uno para ir a los conciertos con su banda.
Los muchachos del taller ponen el grito en el cielo cuando sepan que tienen poco tiempo para trabajar sobre el auto, pero harán todo lo posible para cumplir con su tarea.
La temporada tendrá un gran sorpresa, pues Richard hace realidad un viejo sueño de tener entre sus manos una réplica de KITT, el Auto Fantástico. Por lo tanto, se propone no sólo encontrar un Pontiac Firebird Trans Am v8, sino que también al mismísimo David Hasselhoff. Todo el taller trabaja, para variar, contrarreloj para terminar el auto y realizar la entrega.
Por eso uno de los atractivos de la serie es cómo Richard y Aaron transpiran sangre, sudor y cervezas para cumplir los plazos de entrega y transformar ese esfuerzo en dinero en efectivo.
