Por Dr. Rubén Vera, Médico Cirujano de Urgencian de Nueva Clínica Cordillera.
Tras oficializar el noveno caso de sarampión importado en nuestro país, el ministerio de Salud (Minsal) definió que, además de la puesta al día de vacunación contra este virus en el mes de enero del 2019 a la población entre 20 y 25 años, se buscará inocular a niños inmigrantes que no tengan su dosis al día.
La medida se toma luego de 26 años (1992) en que Chile estuvo libre de la transmisión de sarampión. ¿La razón de su reaparición? La gran cantidad de viajes que se realizan a países donde el virus no ha disminudio su marcha, y el bajo o nulo resguardo que las personas tienen al visitar dichos lugares- lo que trae como consecuencia lo que estamos viendo hoy, el regreso de la enfermedad.
Para quienes aún desconocen la patología- ésta se caracteriza por las típicas manchas en la piel (exantema), asociado a malestar general, decaimiento y fiebre. El período de incubación, que corresponde a la fase en que el virus ingresa al paciente y comienza con los síntomas de la enfermedad es entre 4 y 10 días después. Las personas infectadas siguen siendo contagiosas desde la aparición de los primeros síntomas hasta los 5 días posteriores a la aparición de las manchas en la piel.
Ello representa una gran dificultad a la hora de detectar los casos. La gran velocidad de desplazamiento de las personas (pueden recorrer grandes distancias en menos de 24 horas), genera dificultades para detectar los primeros casos de la enfermedad, lo que ha quedado demostrado con los casos ya conocidos públicamente.
La respuesta del ministerio es aceptable. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que la medida más adecuada para proteger a la población del Sarampión es la vacunación reforzada en dos dosis durante la infancia. Desde el año 1991, en nuestro país estas dosis son administradas al año de edad (vacuna Tresvírica) y el refuerzo es a los seis años (primero básico). Esta forma de cobertura cuando logra un 90% de población vacunada impide la transmisión de Sarampión en la población expuesta al virus.
Por tanto, como país deberíamos reforzar dichas medidas informando a la población sobre la seguridad que ofrecen las vacunas en las personas, y- especialmente en los niños. Analizar la cobertura de vacunación (cantidad de personas vacunadas efectivamente) por comunas y por Servicios de Salud para detectar áreas vulnerables donde pudiesen aparecer casos. Vigilar cada caso sospechoso y los contactos que el paciente ha tenido para disminuir los contagios y personas expuestas al virus. Desarrollar grandes campañas de vacunación sistemáticas en la población mas expuesta (niños menores de seis años y adultos nacidos entre los años 1971 y 1981, quienes no recibieron las dos dosis que aseguran la protección contra la enfermedad). Finalmente es indispensable que las personas que viajen fuera de nuestro país, cumplan con la recomendación de recibir dosis de refuerzo previo a su viaje, lo que permitirá evitar lo que estamos viendo actualmente.