Con poco más de 300 mil habitantes, la capital de Mordovia es una de las anfitrionas rusas de Perú y Colombia, entre otros seleccionados.

Saransk es la ciudad más pequeña de las 11 que albergan partidos en el Mundial de Rusia y no será sede de ningún encuentro de las fases finales, pero la capital de Mordovia no ha dejado piedra sin mover para hacerse conocida y cumplir con las expectativas.

Ubicada en el centro de Rusia, Saransk tiene una población de unos 307.000 habitantes y será anfitriona de Cristiano Ronaldo y James Rodríguez en los cuatro partidos de la fase de grupos que se celebrarán en el Mordovia Arena.

El nuevo estadio naranja con forma ovalada, con capacidad para 44.000 personas, se destaca entre todas las construcciones arquitectónicas de Saransk y tuvo su primer partido hace dos meses con dos equipos locales.

El debut fue con el duelo que Dinamarca ganó por la mínima a Perú, cuando unos 3.500 residentes marcharon por las calles de la ciudad hasta el estadio para celebrar la ocasión.

Desde niños pequeños hasta personas mayores, sus habitantes han estado ocupados ensayando movimientos sincronizados de baile con canciones populares rusas e internacionales para recibir a los visitantes.

Los edificios de la ciudad tienen una nueva capa de pintura y algunos han sido renovados, mientras que las calles están salpicadas con carteles de ‘Bienvenido a Saransk’ que acompañan el logo de la Copa del Mundo y una caricatura de la mascota, el lobo Zabivaka.

Es difícil encontrar una mota de polvo en las calles de la ciudad, patrullada por policías impecablemente vestidos. Y a la organización le resultó muy fácil conseguir voluntarios.

“La gente es muy hospitalaria, la ciudad es hermosa y sin duda es un gran honor para nosotros y una gran responsabilidad. Creo que todo será genial”, dijo Olga Varlets, una maestra de música de 62 años.

Vladimir Sharapov, el director del evento, sostuvo que el objetivo de la ciudad es dar la bienvenida a los hinchas que lleguen a Saransk y hacer que se sientan como en casa.

“El objetivo principal del evento es unirnos y hacer amigos”, dijo Sharapov, también director de un teatro musical local. “Queremos involucrar a los invitados en nuestro espectáculo. Queremos que sientan nuestras tradiciones, nuestra cultura y ciertamente queremos conocer su cultura”.

La ciudad también albergará los partidos Colombia-Japón, Irán-Portugal y Panamá-Túnez.

Saransk fue una elección sorpresa como ciudad anfitriona debido a su población pequeña, la falta de hoteles y un aeropuerto con capacidad limitada.

Pero el gobierno local ha tratado de resolver los problemas mediante la construcción de tres nuevos hoteles para atender las necesidades de las selecciones y la FIFA, y realizando mejoras en el aeropuerto.

Aunque no hay suficiente espacio para que los hinchas se alojen, se han hecho arreglos en campings o en bloques de apartamentos recién terminados cerca del estadio.