Eliminar los espacios jerárquicos se debe complementar con prácticas de trabajo flexible, como el home office.
Eliminar los espacios jerárquicos en las organizaciones no es una moda, es el futuro del trabajo si se considera que las nuevas generaciones buscan lugares abiertos. En 2015, Axa México decidió eliminar las oficinas cerradas, ese modelo laboral en el que las dimensiones más grandes son para los directores y gerentes y, los espacios pequeños, para el personal operativo.
Esta apertura de espacios se reflejó en la colaboración de los equipos de trabajo porque permitió más interacción y comunicación entre los líderes y los colaboradores. Ahora en Axa, cada jefe se sienta al lado de su equipo de trabajo y esas oficinas en las que afuera estaba una secretaria que parecía “el portero” quedaron en el recuerdo.
“Ha roto los temas jerárquicos. Lo que hemos logrado es un acercamiento de los niveles gerenciales y directivos con los niveles operativos, de manera que hay mucho intercambio de opiniones, a veces de manera muy formal, pero a veces de manera informal que también ayuda”, dice Óscar Méndez, vicepresidente de Recursos Humanos de Axa.
El acceso a los jefes es tan sencillo como voltearse del lugar de trabajo y encontrarlo a pocos metros de distancia sin ninguna pared que te impida verlo. Estos espacios han servido a la simplificación de las tareas, un objetivo de la organización para este año.
Por otra parte, en un contexto laboral en el que conviven distintas generaciones como la X, baby boomers, millennials y hasta centennials, los espacios abiertos contribuyen a que haya una interacción real, intercambio de ideas y experiencias de vida y, por tanto, que se enriquezca el trabajo.
Plantilla diversa
Axa México tiene una plantilla de 3,967 colaboradores, la mayoría son millennials, un total de 2,348; mientras que 1,241 se ubican en la generación X. Los baby boomers equivalen a 249 personas y ya hay 93 que pertenecen a la generación Z.
“Al principio la adaptación fue complicada porque la jerarquía estaba muy marcada, pero hoy en día el resultado es positivo, prácticamente la barrera generacional se ha roto, conviven en el mismo lugar, intercambian opiniones y experiencias de vida, esta convivencia ha servido para fomentar la colaboración”, enfatiza Méndez.
Sin embargo, eliminar los espacios jerárquicos se debe complementar con prácticas de trabajo flexible, como el home office, agrega el vicepresidente de Recursos Humanos de Axa México.
En ambos casos se requiere una reconfiguración en la cultura organizacional y un cambio de mentalidad de los jefes.
“Algo en lo que hemos trabajado es acabar con la sensación de: si no te veo, no estás trabajando. Algo que hemos enfatizado mucho en la gestión de equipos es trabajar por objetivos, un edificio como el de Axa permite que una persona esté trabajando desde cualquier lugar y no al lado de su jefe. Entonces, mejor se definen los objetivos y se trabaja en ello”, expresa Óscar Méndez.
Fomentar la colaboración entre el talento no está limitado a la inversión económica. Si una empresa no puede invertir en un rediseño de espacio o nuevo mobiliario, puede promover que los jefes se acerquen más a los colaboradores y esquemas de trabajo flexibles, para los cuales, hay que fortalecer las relaciones de confianza.
“El otorgar un ambiente positivo, que te permita la colaboración, el acercamiento, el desarrollar relaciones de confianza, el que tengas el empoderamiento para desarrollar tu función, el intercambio de puntos de vista, en definitiva, es una manera de hacer que el empleado se sienta valorado”, concluye el especialista.