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Se expande la moda de tener un cerdito como mascota
Miércoles, Abril 18, 2018 - 08:40

La especie en miniatura apareció primero entre famosos y ya camina por las calles de ciudades en América Latina.

El Observador | Si usted ve a una persona paseando a un animal parecido a un cerdo con su correa por las calles de Montevideo, no es una especie de perro extraña. No vio mal. Es de hecho, un chanchito.

En el mercado de mascotas se les denomina minipigs (mini-cerdos) y son una especie de cerdo que crece muy poco. La raza fue gestada en Reino Unido para su uso en laboratorios de prueba por su parecido genético con los humanos. Hoy los descendientes de aquellos primeros cerdos miniatura gozan de mejor vida en apartamentos, jardines, fotos y videos de Instagram.

Los minipigs llegaron hace tres años a Uruguay pero comenzaron a ser más demandados hace año y medio, según el dueño del criadero Minipigs Uruguay que cuenta con habilitación del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).

Entre la farándula, Miley Cyrus, Megan Fox, Paris Hilton, Elizabeth Hurley y los Beckham, son algunos de los famosos con minipigs. Todos ellos muestran a sus mascotas en sus cuentas de Instagram.

"Cada vez se está haciendo más común", dijo Agustina Bentancur, estudiante de psicología de 22 años que tiene un minipig hace una semana y media y lo saca a pasear a la plaza Gomensoro en Pocitos. Se llama Antonia y no se pelea con las otras especies que conviven en la ciudad, según aseguró su dueña. La chanchita de tono marmolado sale a pasear controlada por una correa rosada.

"Son muy compañeros de otros animales. Tengo una perra también y se aman. Andan todo el tiempo juntas", dijo Bentancur.

La estudiante asegura que toda la vida adoró los chanchos y como se le dificulta tener uno grande, al ver disponibles a los chiquitos en el mercado uruguayo, no lo dudó. "Vi a una chica en Uruguay que tenía uno; me contacté con ella y me informó sobre el criadero", contó Bentancur.

Por ahora, los propietarios de minipigs en Montevideo son pocos; unos 14 de ellos formaron un grupo de WhatsApp para intercambiar dudas. Todos van a la misma veterinaria, ubicada en Carrasco, donde se especializan en tratar a estos animales.

Entrenamiento y cuidados

Como muchas mascotas, los minipigs "piden comida todo el tiempo", apuntó Bentancur. Y no se piense que por ser cerdos todo les viene bien. El chanchito doméstico dista mucho en estilo al chancho de chiquero.

"Pueden comer todo menos harina, grasas y comidas de otros animales", dijo la propietaria consultada. Así que la frase "tiráselo a los chanchos" en este caso ya no sirve. Al contrario, les encanta la zanahoria, la manzana, y verduras. Además tienen su ración.

"A todo el mundo le parece muy raro. Los vecinos me preguntaron si era un perro de una raza extraña", contó la propietaria de Antonia que vive en un apartamento con patio.

Enseñarle a responder por su nombre e ir a buscar la pelota cuando se la lanzan son algunas de las habilidades que aprenden con rapidez estas mascotas. "Es de los animales más inteligentes que hay. Incluso más que el perro y el gato", dijo Bentancur.

Además, se les puede enseñar a hacer sus necesidades en cajas de piedras o areneros como los gatos, afirmó Luis Carlos Magga, del criadero Minipig Uruguay. Magga comenzó a reproducir estos animales hace año y medio cuando obtuvo el permiso del MGAP. Importó los primeros ejemplares de Brasil.

"No estamos dando abasto. Ahora no publicamos cuando tenemos una nueva camada", relató el propietario del criadero habilitado que cuenta con una lista de espera. Los interesados van al criadero, eligen el ejemplar y, cuando pasan los 30 días de vida, se lo pueden llevar.

Un minipig uruguayo tiene su propia cuenta de Instagram: @morristheminipig y uno de sus posteos más populares es un video en el que juega con una perra.

Los minipigs se desparasitan cada seis meses; los perros cada cuatro. "Hay un mal concepto del cerdo. Porque se piensa en el cerdo de chiquero para consumo pero el cerdo no es así", dijo Magga.

Además afirmó que esta especie no pierde pelo, prácticamente no tiene olor y es hipoalargénica.

Estos cerditos llegan a pesar un máximo de 13 kilos y en tamaño se asemejan a un bulldog francés.

Así como pocos niños se resisten a los encantos de Peppa Pig, el popular personaje animado dibujado de manera simple que cautiva hace 14 años a la mitad del mundo, hay uruguayos que no se resisten a los minipigs. Los de color rosado como Babe, el chanchito valiente o la mismísima Peppa Pig, son los más demandados, los más difíciles de lograr en el criadero y los más caros. Uno marmolado puede costar en el entorno de los US$ 1.200 y el rosadito asciende a US$ 1.600.

Autores

Camila Cibils/ El Observador