La experta en neuromarketing, Nuria Oriol, quien es también socia-fundadora de Openmind Consultants, refiere de qué se trata el neuroliderazgo y cómo influye en el actuar de los hombres de negocios.
Spain BS Blog. Durante los últimos años seguro que has escuchado hablar sobre una nueva disciplina: el neuroliderazgo. ¿Cómo lo podríamos definir? Se trata de una nueva disciplina ligada a la neurociencia que explora los mecanismos intelectuales y emocionales vinculados a la gestión de las organizaciones y las personas.
“El neuroliderazgo se centra en cómo los individuos en un ambiente social toman decisiones y resuelven problemas, regulan sus emociones, colaboran con otras influencias, y facilitan el cambio”, afirma Henry Mintzberg, profesor académico internacionalmente reconocido y autor de varias publicaciones sobre negocios y gestión.
En la escuela preparamos a nuestros estudiantes para convertirse en los líderes del futuro y por eso nos ha parecido necesario realizar un post sobre el neuroliderazgo y cómo ayuda a mejorar la gestión de los líderes de las empresas.
Y como no podía ser de otra manera, hemos consultado a nuestra experta en neurociencia y socia-fundadora de Openmind Consultants, Nuria Oriol, quien nos ha respondido las siguientes preguntas:
-¿Por qué es importante que los líderes apliquen la neurociencia?
Nuria Oriol. “A Relaxed Mind is a Productive Mind… ;)”, me encanta esta expresión de Daniel Goleman porque nuestro cerebro está sometido a tal cantidad de inputs informativos que conocer mejor qué contribuye a incrementar su bienestar, su relajación, su capacidad de concentración, de pensamiento, de creatividad, por ejemplo, es vital. Saber qué áreas se activan en nosotros para tomar decisiones nos es muy útil para encontrar patrones que nos permitan desarrollar métodos que favorezcan y potencien una óptima toma de decisiones, favoreciendo acciones de calidad, profundidad y conciencia.
A todo ello contribuye la neurociencia y por ello es tan importante conocer en persona estos descubrimientos con el objetivo de aplicárnoslos expandiendo el gran potencial que tenemos y que todavía nos es muy desconocido. Por lo tanto, para las personas que son líderes o quieren serlo, esta disciplina es un aliado imprescindible. Sin estos conocimientos un líder está en desventaja –como si desconociera el mundo digital o la transformación de investigación y desarrollo en cualquier área-.
Cada día tenemos miles de pensamientos, sentimos un gran abanico de emociones, tomamos decenas de decisiones conscientes e inconscientes, registramos datos inconscientemente, recibimos los inputs de los acontecimientos y cada segundo cuenta porque cuesta más almacenar en nuestra memoria un recuerdo positivo, que uno negativo, casi el triple de tiempo. Puesto que nuestro cerebro ha sido diseñado para ayudarnos a sobrevivir y en su origen, hace millones de años, era necesario tener claras las prioridades para la supervivencia y la mayoría de ellas eran avisos de alerta.
-¿Qué características tienen que tener los líderes de las empresas?
N.O. A veces me preguntan cómo será el líder del futuro. Aventurarse a dar una respuesta concreta es aventurarse… pero me gusta mojarme y propongo una definición: será Resiliente y con un alto Coeficiente de Esperanza (CE). Será capaz de incrementar los conocimientos y las nuevas habilidades requeridas con rapidez porque tendrá competencias de gestión y de innovación, de estrategia y de comunicación, de autoestima y de respeto. Y, por encima de todo, tendrá una gran confianza para afrontar las dificultades con la actitud de quien escala una cima, hace una maratón o cuida de un ser querido.
Ser líder requerirá de fortaleza y coraje, imaginación, visión y ternura, determinación, comprensión y afecto, flow (flujo) y flexibilidad. Y cada vez será más necesario que encuentre tiempo para tener tiempo y conocer las verdaderas prioridades de uno/a mismo, el equipo y la empresa u organización. Vivir en armonía con los valores más humanos, las capacidades más versátiles y las habilidades más prácticas tanto en la vida personal como profesional es un camino de largo recorrido y de gran valentía.
Este líder acompañará e inspirará a los demás en focalizar la atención en los objetivos, los métodos, la calidad del proceso y del resultado, la calidad en las relaciones. Creará un clima tal que facilitará trabajar con atención consciente y fluida. Entrenará a su equipo para que procese señales que de otro modo pasarían inadvertidas y se adapte con flexibilidad a los cambios que son muchos y que ya han llegado para quedarse.
-¿Cómo ayuda entonces la neurociencia a estos nuevos líderes?
N.O. El líder que aprenda “de” y “con” la neurociencia sabrá por experiencia que nuestro cerebro funciona como una central comunicativa, cuyo objetivo es organizar y priorizar las sensaciones, sentimientos, percepciones e ideas frente a lo que está sucediendo dentro y fuera del organismo, de tal modo que el cuerpo pueda evaluarlas y actuar en consecuencia. Al estar consciente, atenta, una persona no solo está expuesta a una sucesión continua de estímulos, sino que es capaz de dirigir el curso de numerosos eventos.
El cerebro conecta de un modo fluido y simultáneo las áreas que necesitan estar comunicadas. La mente es consciente, transporta información intencionalmente ordenada, que se integra en acciones concretas gracias a la atención. Y cuando se entra en el estado de flujo los resultados son verdaderamente sorprendentes. El líder que fluye es todo un reto. Nos insta a crecer en concentración y disfrute, consiguiendo resultados casi como si no fueran prioritarios... aunque lo son... Pero vistos con otra perspectiva.
Creo que el futuro unirá de un modo natural la neurociencia y el liderazgo, la resiliencia y la motivación, la imaginación, la innovación y la esperanza. Solo con un gran Coeficiente de Esperanza lo que sucederá será bueno y el futuro, extraordinario.
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