Trabajo hay siempre, la cuestión está en saber combinarlo de la mejor forma con la vida.
El ritmo de trabajo cada vez es más acelerado, y aunque la tecnología ha facilitado las labores de oficina al permitir que desde cualquier lugar se pueda contestar un correo electrónico o atender una llamada telefónica, también han hecho que se unan cada vez más la vida personal y laboral.
Trabajo hay siempre, la cuestión está en saber combinarlo de la mejor manera con la vida y hacer algo emocionante de cada día.
Nadie quiere desperdiciar una hora en una junta o hacer cosas innecesarias, cuando pude pasar ese tiempo con la familia, por ello realizar un trabajo significativo, es decir hacer aquello que verdaderamente te apasiona y con lo que te sientes comprometido permite ser más dinámico, eficaz y tener más tiempo libre.
Si la vida esta enlazada con el trabajo, entonces por qué hacer de este algo difícil, porque no hacer algo que tenga significado. “No se trata de cumplir un horario y alcanzar una meta, el trabajo significativo va más allá de lo que hacemos con el tiempo, pensemos en enfermeras, maestros, bomberos y rescatistas, trabajos que hacen una diferencia alrededor de nosotros”, mencionó Michael F. Steger, profesor de Colorado State University y director del Center for Meaning and Purpose.
El trabajo significativo está compuesto de habilidades y fortalezas que se desarrollan a lo largo de la vida, son experiencias y factores particulares que nos hacen más humanos, sentirnos satisfechos y comprometidos con el trabajo.
Estas habilidades deben ser reconocidas, las empresas deben “hacerle saber a sus empleados que son importantes, que no son un robot, una oveja o una extensión de alguien, sino que son ellos quienes realmente están haciendo el trabajo”, precisó Michael durante el quinto Foro Internacional de Ciencias de la Felicidad, realizado por la Universidad Tecmilenio.
En entrevista señaló que la empresa debe transmitir con claridad su misión y visión, permitir la autenticidad, el respeto y la independencia, enfocarse en la felicidad de los empleados.
La clave está en las habilidades
Desarrollar las habilidades que ayudan a desempeñar un trabajo significativo deben desarrollarse desde temprana edad, pero en otras ocasiones las personas no encuentran su propósito de vida.
Una forma de conocerlas y desarrollarlas es enfocándose en tres área: fortaleza, aquellas cosas que realizas con naturaleza; valores, los cuales surgen cuando haces algo que no es cómodo, y analizar la forma en que tu trabajo encaja con el resto de tu vida.
“Si piensas que el trabajo se convierte en un sacrificio para el resto de tu vida, que no tienes tiempo y se dificulta encontrarle sentido a lo que haces, seguramente no estas haciendo lo que te gusta”, finalizó Michael Steger.
Empleados felices
Una opción para que los colaboradores se sientan más felices es “permitirles que personalicen su espacio de trabajo, que elijan con quien trabajar, su forma de vestir, darles flexibilidad de horario y lugar de trabajo”, dijo Michael Steger.
Además, la empresa debe comprometerse con la creación de planes estratégicos a mediano plazo, así como las políticas y los procedimientos para el día a día, en los cuales el empleado desarrolle un trabajo significativo.
“Aunque no recomiendo los atajos, una opción sería encontrar colaboradores que están haciendo lo que la empresa espera y mostrarlos como modelos a seguir. Además, reconocer a la persona por ese toque humano que le da a la compañía”.
En este sentido, la compañía tiene que hacerle ver al colaborador que su trabajo tiene significado en la empresa y que su labor ayudará a cumplir las metas, tanto de la compañía como las personales.
Un empleado comprometido, satisfecho y que realiza lo que le gusta no sentirá el trabajo como una carga, al contrario, aprenderá a llevarlo de la mejor manera, será más productivo y feliz.
“Si puedes entender y ver lo que la empresa trata de hacer, puedes usar esa fortaleza y sentirte orgulloso de ser parte de la misión de la compañía”.
La unión hace la diferencia, por ejemplo, “los mexicanos se organizaron de una forma dinámica para ayudar después del temblor, nadie dijo tú vas por agua, tu mueves escombros. Todos quisieron y quieren hacer una diferencia, aportan sus recursos, tiempos y esfuerzo, cada uno hace lo que pueden; unos limpian, otros proveen recursos, pero una sola persona desde arriba no podría responder a eso. La gente ayudó porque importaba ayudar”.
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