A su vez, la tasa de subocupación –necesidad de trabajar más horas– llegó a 6,8% de la población ocupada, representando el menor nivel de los últimos nueve años.

Previo a los recientes sismos registrados en el país, los principales indicadores del mercado laboral continuaron mostrando signos de fortaleza.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que en agosto, la tasa de desocupación se ubicó en su menor nivel en 12 años, al registrar 3,5% de la Población Económicamente Activa (PEA).

En tanto, la tasa de subocupación –necesidad de trabajar más horas– llegó a 6,8% de la población ocupada, representando el menor nivel de los últimos nueve años.

Por su parte, la tasa de informalidad laboral, que contabiliza a quienes laboran en negocios no registrados y/o sin acceso a la seguridad social, se ubicó en 57,2% de los trabajadores en el octavo mes del año, y representó la tasa más baja desde 2014 para un agosto.

La tasa de presión general, que suma a los desocupados y los ocupados que buscan otro empleo, marcó 6,5% de la PEA y se ubicó en mínimos de 12 años, mostrando la fortaleza del sector laboral en el país, de acuerdo con las cifras.

Asimismo, la tasa de trabajo asalariado, que cuenta a la proporción de trabajadores que reciben una remuneración por la actividad que realizan, llegó a 64,9% de los ocupados y fue la cifra más alta desde 2005.

Favorable

Jean Eric Domene, analista del Banco Invex, afirmó que el mercado laboral mexicano mantiene una tendencia favorable, en el que “la creación de empleo formal se mantiene superior a lo observado en el mismo periodo del año pasado, lo que apoya el crecimiento de la masa salarial”.

Sin embargo, el analista hizo algunas advertencias.

“Las métricas de tasa de participación e informalidad sugieren que aún hay cierta holgura en el mercado”.

Sobre la tasa de participación, que relaciona a la Población Económicamente Activa y a la población en edad de trabajar, y es una medida de cuántos de los que son aptos legalmente ingresan al mercado laboral, el Inegi reportó que se ubicó en 59%, la tasa más baja desde 2005 para un agosto.

Combinada con una mayor creación de empleo, la reducción de la desocupación también tiene un componente que consiste en que cada vez menos personas se integran activamente al mercado laboral, de acuerdo con los datos.

Por último, Joan Eric Domene alertó que “es probable una desaceleración de la economía durante la segunda mitad del año cause una menor creación de empleo formal y que ponga presión sobre la tasa de desempleo”.

Uno de los indicadores que no ha mejorado sustancialmente en los últimos meses es la tasa de condiciones críticas de ocupación que, según el Inegi “cuenta a quienes trabajan menos de 35 horas a la semana ajenos a su voluntad, o trabajan más de 35 horas, pero ganan hasta un salario mínimo o trabajan más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos”.

Ésta se ubicó en 13,8% de los ocupados en agosto, agregan datos del Inegi.

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