A 25 años de la captura del líder del grupo terrorista, el experto Dynnik Asencios aborda el fenómeno y sus implicancias. Según sus palabras, la impunidad es atribuible a la “amnésica” sociedad peruana, “incapaz de reconocer sus problemas”.
La cúpula de la organización terrorista Sendero Luminoso, junto a su líder Abimael Guzmán, fue capturada por el Grupo Especial de Inteligencia del Perú (GEIN) el 12 de septiembre de 1992 y fue denominada "La captura del siglo”.
Dynnik Asencios, sociólogo y docente de la Universidad Católica del Perú (PUCP), es investigador en temas de terrorismo del Instituto de Estudios Peruanos (IEP). Para su libro "La ciudad acorralada: jóvenes y Sendero Luminoso en Lima de los 80 y 90” recogió el testimonio de terroristas que cumplen condena en las cárceles peruanas.
- Tras 25 años en prisión, ¿cree que terroristas de Sendero Luminoso (SL) como Maritza Garrido Lecca, Marta Huatay y otros a punto de salir en libertad están arrepentidos? Los senderistas han defendido desde prisión su "lucha armada”…
- El arrepentimiento no está concebido dentro de su ideología. La necesidad de defender a Sendero y no arrepentirse le da sentido o justificación a los años de cárcel. No veo problema en que salgan. Ellos salen en libertad porque así lo establece la ley y no se puede evitar. Lo que debemos evitar es que se organicen. Sendero podrá haber sido derrotado militarmente, pero no políticamente. Y lo vemos con el surgimiento del Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef). Le corresponde al Estado y a los partidos políticos que no se vuelva una opción política, ni menos ideológica. Para los terroristas será una lucha de sobrevivencia afuera porque muchas cosas han cambiado y, además, porque no se han arrepentido.
- Para su libro "La ciudad acorralada”, usted ha declarado que intenta humanizar a los terroristas para no estereotiparlos. ¿A qué se refiere?
- La investigación se basó en los primeros años del conflicto armado interno, en el cual no se daba voz a las personas. Sendero tiene mucho de la sociedad peruana. Obviamente, con extremos de llevar su ideología al fundamentalismo y violencia. Esa adoración al líder que hace Sendero no es ajena tampoco a otros partidos políticos. Sendero era muy diverso: una cosa era un militante de la ciudad, otra cosa un militante de provincia. Otra un militante campesino, otra un militante universitario. Darle cierta humanidad es presentarlos para no quedar en generalizaciones. Para saber su motivación y verlos dentro de un contexto determinado. Obviamente criticable, pero ver su surgimiento, su desarrollo y su derrota.
- ¿Fue un error que SL y el Estado peruano llegaran a un acuerdo para no ejecutar acciones armadas y así reducirles sus condenas?
- Nunca se firmó un verdadero acuerdo de paz, solo quedó en conversaciones. Lo que hubo fue, más bien, la oportunidad que se le presentó a Abimael Guzmán en 1993 para poder salvar algo. El aprovechamiento político hecho por Fujimori y Montesinos en 1993 fue clave porque dividió la organización en dos: una fracción con el camarada Feliciano y la alineada a Guzmán.
Tras la caída del Gobierno Fujimori (1990-2000) se permitieron nuevas condiciones carcelarias. La ley antiterrorista se cae no porque haya sido producto de alguna negociación, sino porque la Corte Interamericana declaró inconstitucional el hecho de haber realizado juicios chocando con derechos fundamentales. Tras nuevos juicios es que empiezan a salir, por exceso de tiempo de prisión preventiva o porque en su momento no se recogieron pruebas suficientes
- ¿Qué debería hacer el actual Gobierno ante la excarcelación de los terroristas, para evitar un posible resurgimiento de SL?
- El Estado tiene que hacer su trabajo de inteligencia con los que van a salir de prisión. Seguirlos, pero no perseguirlos porque la persecución hace que obviamente opten por ingresar al Movadef. Si no tienen la oportunidad de insertarse laboralmente, la única organización que conocen de cerca es el Movadef. Entonces se incorporarán allí y harán trabajo político como lo están haciendo actualmente.
- ¿Qué posibilidades tendría el Movadef dentro del espectro político? ¿O se le debería prohibir participar como partido?
- Mientras en Perú tengamos desigualdades persistentes, los discursos radicales, sean del Movadef o de otra organización, van a tener posibilidades de atraer gente porque existe todavía una parte de la población pospuesta. Ellos reunieron miles de firmas y tenían la opción de inscribirse como partido en las elecciones de 2011. Teniéndolos inscritos se hubiera podido hacer un debate ideológico y político para que no obtengan así el mínimo de votación y para que no sigan existiendo como partido político. Pero se decidió negarles la inscripción y ahora tenemos un Movadef que se victimiza con el argumento de que no los dejan participar en política.
- En ese sentido ¿qué tan importante es impulsar una cultura de la memoria entre los jóvenes que saben poco sobre SL?
- El Estado debe impulsar una cultura de la memoria entre los jóvenes para conmemorar, para no olvidar y para que no se repitan los hechos, pero se hace muy poco y no es tratado en las escuelas como es debido.
La sociedad peruana todavía no está dispuesta a perdonarlos. Sendero ni siquiera ha pedido perdón. Ellos no reconocen que ha habido crímenes, solo errores o excesos producto de la guerra. Tampoco lo vemos de parte del fujimorismo, no admiten que también hubo violación de los derechos humanos. Nosotros somos una sociedad amnésica que es incapaz de reconocer sus problemas y entonces generamos una cultura de la impunidad.