El presidente senegalés dijo que propondría la Unión Africana la creación para los haitianos de su "propio Estado en territorio africano, la tierra de sus ancestros".
Dakar. Senegal y otros países africanos deberían ofrecer a las víctimas del devastador terremoto en Haití la opción de reubicarse en el continente, posiblemente en un nuevo Estado creado para ellos, dijo este lunes el presidente senegalés.
"Africa debería ofrecer a los haitianos la opción de volver a casa. Ese es su derecho. No hay nada que regatear al respecto", dijo Abdoulaye Wade en su sitio en internet.
Las imágenes de televisión de haitianos de raza negra y francoparlantes sufriendo por el devastador terremoto de la semana pasada han tocado la sensibilidad de varios países francófonos en el oeste y dentro de Africa.
Wade dijo que propondría la Unión Africana, integrada por 53 países, la creación para los haitianos de su "propio Estado en territorio africano, la tierra de sus ancestros", de acuerdo al texto de la propuesta publicado en periódicos locales el lunes.
Medios locales citaron a funcionarios senegaleses diciendo que el país está listo para ofrecer parcelas de tierra fértil a los haitianos, muchos de los cuales aún esperan por ayuda después del terremoto que el martes sacudió el país y que habría dejado unos 200.000 muertos.
La idea de un nuevo Estado parece un recuerdo de la creación en el siglo XIX de Liberia por parte de esclavos liberados de Estados Unidos.
Los países del oeste de Africa están actualmente recuperándose de una guerra civil en 1999 y esperan beneficiarse de recientes descubrimientos de petróleo en sus costas.
Wade argumentó que los haitianos son descendientes de esclavos y que por lo tanto tienen el derecho a ser repatriados al continente africano. Senegal también ha comprometido 1 millón de dólares en ayuda e inició la preparación de un evento de recaudación de fondos que será transmitido por televisión.
El país de unos 13 millones de habitantes es uno de los más estables en el oeste de Africa. Sin embargo, sufre de un alto desempleo y agudas deficiencias en infraestructura básica, incluyendo caminos y electricidad.
Wade, de 83 años, se ha caracterizado a sí mismo como un defensor de los pobres.