Se debe cuidar qué nivel de privacidad se va a establecer en el perfil y cuál es la información que será pública.
En el mercado laboral, cada vez más competitivo, todo profesional quiere ser reconocido por algún rasgo que le permita diferenciarse del resto, sobre todo cuando esa característica o virtud ofrece un valor positivo a la especialidad o sector en el que trabaja.
A este proceso de creación de la propia imagen se conoce como construcción de la marca personal, o Personal Branding si utilizamos el término anglosajón. Su finalidad es “venderse” de la mejor forma posible, resaltando las características relevantes que, al igual que las marcas comerciales, debe ser original, elaborada y atractiva.
Las redes sociales juegan en este proceso un rol principal ya que los reclutadores han comenzado a utilizarlas para averiguar, más allá del perfil académico o profesional de los candidatos, sus valores, ideología, costumbres, entre otras, dado que ofrecen información adicional, que es la que puede marcar la diferencia en un proceso de selección.
En la Era Digital, la creación de la imagen personal ya no depende sólo de la conducta en el trabajo y del networking que se haga, sino de nuestro comportamiento en las redes sociales que, poco a poco, se han convertido en una especie de carta de presentación de los candidatos.
A continuación Trabajando.com recoge algunos consejos para un buen uso de las redes para que el escaparate social no perjudique la imagen profesional:
- Contactar con personas con las que se tiene afinidad laboral; recordemos que estos contactos además de ser una puerta para poder obtener una entrevista, pueden ser nuestros mentores en el desarrollo de nuestra carrera profesional.
- Recuerda que, en este caso, los contactos valen más por calidad que por cantidad.
- Utilizar palabras claves que resalten la industria en la que se trabaja ya que la mayoría de los seleccionadores realizan búsquedas de candidatos o nuevos contactos mediante keywords.
Por tanto, cuando se evalúa el registro o no en una determinada red social, en especial cuando queremos utilizarla como herramienta para la búsqueda de nuevas oportunidades laborales, se debe prestar atención a:
- Emitir expresiones negativas acerca del trabajo y/o jefes actuales o anteriores.
- Hablar y/o discutir sobre temas polémicos como política y religión.
- Subir fotos en las que se exponga una mala imagen personal.
- Faltas de ortografía o errores en la redacción.
- Cuidar qué nivel de privacidad se va a establecer en el perfil y cuál es la información que será pública.
“En la era digital, donde la principal fuente de búsqueda de empleo es Internet, los datos que exponemos en nuestros perfiles sociales adquieren aún mayor importancia. Las empresas indagan no tan sólo en la información profesional y académica, sino también sobre nuestras redes de contacto e historias personales”, comenta Javier Caparrós, director general de Trabajando.com España.
“Más que preocuparnos por dar a conocer nuestra imagen, debemos cuidarla seleccionando bien cada post, fotografía o comentario que publiquemos. Un buen ejercicio es preguntarnos si esa publicación nos beneficiará o perjudicará. Y no sólo para buscar empleo. Existen varios casos de personas que han perdido sus empleos debido a publicaciones o mentiras que han sido descubiertas a través de las redes sociales”, añade Caparrós.
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