Periodos más largos de familiaridad con una persona producen impresiones sólidas, determinó estudio realizado por universidades estadounidenses.
Al parecer, lo más conveniente antes de comenzar una relación amorosa es entablar una amistad sólida. Sí, así como lo lees: ser amigos antes de ser novios. Pero, ¿en qué sentido esto resulta beneficioso para los miembros de la pareja? Acá te contamos.
En un estudio sobre relaciones de pareja realizado por investigadores de la Universidad de Texas y de la Universidad de Northwestern se llegó a una conclusión: las parejas que tienen una amistad antes de salir forman una impresión de la otra persona más estable y no solo un “ideal” de cómo les gustaría que fuera. De esta forma, tienden a tener menos problemas por conductas inesperadas por parte de su pareja, dado que ya poseen una base más fuerte para saber cómo reaccionará ante diferentes panoramas.
Pero no solo se trata de convivencia. Los investigadores estudiaron 167 parejas, tanto casadas como que se encontraban iniciando su relación, y les preguntaron cuánto tiempo llevaban conociéndose y cuánto de relación amorosa. La diferencia entre estos dos periodos se consideró el lapso que tardaron en ser conocidos y amigos, antes que pareja. Luego de eso, los participantes fueron entrevistados para medir cuán atractivos físicamente consideraban a su pareja en una escala que iba desde el -3 (poco atractivo) al 3 (muy atractivo).
Tras varios análisis, los científicos descubrieron que aquellas parejas que habían sido amigos antes de salir, tenían un mayor intervalo de atractivo, en relación a aquellos que no lo habían sido. Las parejas que habían empezado a salir antes, por otro lado, tendían a estar compuestas de miembros que eran igualmente atractivos en comparación. Traducción: “los periodos más largos de familiaridad con una persona producen impresiones románticas que se basan en un atractivo único e idiosincrásico y no solo en la apariencia”.
Es decir, puede que uno de los miembros de la pareja sea considerado más atractivo, pero más por factores como su personalidad, sus valores, sus creencias o los pasatiempos que tiene. Ser amigos antes de ser novios para darse la oportunidad de conocerse mejor puede hacer que la unión de dos personas sea hasta más estable, porque la base de esa relación va más allá de lo físico. Quién sabe, a lo mejor las mejores relaciones surgen entre los amigos. De cualquier forma, siempre es prudente conocer bien a la otra persona antes de dar el sí.