Según un informe de General Electric, existe un acuerdo general (90%) entre directivos y ciudadanos, que expresa que las empresas más innovadoras no solamente lanzan nuevos productos y servicios, sino que también crean nuevos mercados que no se conocían anteriormente.
General Electric presentó los resultados de su Barómetro Global de Innovación 2016, un estudio donde se explora cómo líderes empresariales y el público en general perciben las barreras y oportunidades para la innovación dentro de un entorno global complejo.
De acuerdo con los resultados, los encuestados manifestaron optimismo en la transformación digital de los negocios y la sociedad. El 70% de los ejecutivos consultados siente curiosidad y refleja expectativas positivas sobre la “Cuarta Revolución Industrial”. Los mercados emergentes, principalmente en Asia, se sienten habilitados y están adoptando una innovación más disruptiva que sus similares en las economías desarrolladas.
Asimismo, empresarios y ciudadanos están de acuerdo en que las compañías más innovadoras son las que crean mercados o productos totalmente nuevos, en lugar de mejorar o reiterar los ya existentes. Pero adaptarse a esta realidad es complejo. Muchos temen quedarse atrás debido a que la tecnología evoluciona más rápido de lo que pueden adaptarse, y otros favorecen un enfoque incremental a la innovación que mitiga este riesgo.
Beth Comstock, Vicepresidente de GE a cargo de la unidad de Innovaciones en los Negocios, señaló que “el Barómetro de Innovación destacó la enorme presión ejercida sobre las empresas para reinventarse a sí mismas; pero la creencia en el poder transformador de la innovación persiste y las está impulsando hacia adelante mientras luchan por adaptarse a los entornos empresariales actuales”.
Campeones de la Innovación
A nivel mundial, Estados Unidos continúa clasificando como el campeón en innovación; Alemania pasó del segundo al tercer lugar, y Japón sigue ocupando un sitio dentro de las tres primeras posiciones consideradas como líderes en innovación, moviéndose dos lugares. Los ciudadanos encuestados fueron consistentes con la percepción de los ejecutivos: citaron a Estados Unidos y a Japón como números uno y dos, y le otorgaron el tercer puesto a China.
Acogiendo la Revolución
Los altos ejecutivos y ciudadanos en general son optimistas acerca del potencial en el uso de los datos para conectar y mejorar procesos industriales (68% y 64% respectivamente). Pocos temen el impacto que tendrá dicha transformación digital sobre los empleos (17% y 15%), la mayoría anticipa un impacto neto positivo (54% y 61%), sin embargo reconocen que la manufactura avanzada transformará radicalmente el sector industrial (86% y 90%).
Dicho optimismo se muestra especialmente presente en mercados emergentes como Indonesia, Argelia, Nigeria y Turquía. Los líderes empresariales de las economías desarrolladas se sienten menos optimistas y con menor poder que sus similares de las economías en desarrollo.
Adoptando nuevos modelos y tecnología
Los ejecutivos están tomando precauciones sobre posibles situaciones de riesgo, incluyendo el aumento de inversiones en nuevas asociaciones, datos y análisis para precisar la toma de medidas y seguir siendo competitivos. La colaboración se ha incrementado en la mayoría de los mercados y las empresas están viendo resultados. Un 77% está percibiendo un aumento en los ingresos y beneficios generados por las actividades de cooperación en 2015, frente al 64% en 2014. El 68% dice que su empresa está abierta a compartir los beneficios y el riesgo sobre el flujo de ingresos o pérdidas que podrían ser generadas a través de una iniciativa de colaboración.
“El miedo a convertirse en obsoletos está forzando a los empresarios a aceptar la complejidad y dar un paso fuera de sus zonas de confort. Con mayor frecuencia, los líderes están buscando más allá de sus paredes para descubrir las fuentes disruptivas y aprovechar el poder de los datos para prevenir situaciones”, expresó Comstock.
Los administradores están recurriendo a los datos y al análisis para orientar decisiones de estrategia y de inversión. El 73% de las empresas ha aumentado su capacidad para analizar grandes cantidades de datos en el último año, y el 61% está utilizando grandes volúmenes de datos para la toma de decisiones (frente al 53% en 2014).
Innovación disruptiva: La solución y el desafío
Ser disruptivo es el estándar de oro para ejecutivos y ciudadanos, pero sigue siendo un objetivo complicado para llevar la práctica en las compañías.
Existe un acuerdo general (90%) entre directivos y ciudadanos, que expresa que las empresas más innovadoras no solamente lanzan nuevos productos y servicios, sino que también crean nuevos mercados que no se conocían anteriormente. El otro 72% de los ejecutivos expresó que la cultura de la piratería de innovación (hackers) ha emergido dentro de la creación de start-ups y ofrece un nuevo modelo que afronta y desafía políticas y formas de trabajo existentes.
Sin embargo, 81% de los ejecutivos sigue luchando para conseguir ideas radicales y sólo el 24% siente que su empresa está funcionando de manera correcta y adaptándose rápidamente a las tecnologías emergentes, sintiendo la presión del "Darwinismo Digital" y preocupándose de que la tecnología se esté moviendo más rápido de lo que pueden adaptarse a ella.
¿Todos están empezando?
Aunque reconocen que necesitan reinventarse para mantenerse al día, en la práctica ven esto como un desafío serio y la mayoría está a favor de un enfoque incremental más seguro para mitigar riesgos.
Un 57% sigue favoreciendo mejoras de menor riesgo a los productos y servicios existentes en lugar de interrumpir totalmente su oferta. El 67% juega a la defensiva y protege sus negocios principales tanto como sea posible. Pero de nuevo, los mercados emergentes son más valientes y el apetito de riesgo se ve, en gran parte del mundo desarrollado, como un desafío a la innovación. Países como Indonesia, Nigeria y China viven menos preocupados por esto.
Al mirar hacia adelante, el 81% de los ejecutivos de negocios globales está de acuerdo en que el "start-up ethos”, es decir, el espíritu característico de los emprendedores, es un paradigma a seguir. Los ejecutivos de negocios y el público informado en general están alineados en lo que se necesita para fomentar la innovación fiable y radical:
- Una estructura clara y el proceso en marcha para gestionar la innovación (49%)
- Fomentar y reconocer a personas innovadoras (45%)
- La creación de una cultura conectada que facilite el intercambio de ideas (45%)
Marco Annunziata, Director de Inteligencia Comercial de GE, añadió que este año, el Barómetro Global de Innovación muestra que, aunque las empresas podrían tener problemas para adaptarse a un entorno cada vez más disruptivo, ellas y el público se han dado cuenta de que el nuevo mundo unirá a personas y máquinas para trabajar codo con codo. La innovación creará nuevas y mejores oportunidades de trabajo; las tecnologías digitales harán mejoras gratificantes, volviendo más productivos los empleos existentes; la educación deberá ponerse al día rápidamente y las empresas tendrán que tener en cuenta los nuevos enfoques para atraer el talento del futuro”.
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