Liderazgo, uso de herramientas tecnológicas y perspectiva de género son algunas de las habilidades necesarias al estar frente a un grupo.
Algunos catedráticos tienen grandes habilidades para impartir educación a los estudiantes, otros son más idóneos para la investigación, ambas capacidades no deben confundirse, coinciden especialistas de educación media superior y superior.
La realidad, advierten, es que no todos los profesores e instructores tienen las competencias necesarias para dedicarse a la enseñanza. Pero, ¿cuáles son las destrezas necesarias? Las nuevas tecnologías, las nuevas generaciones y las nuevas carreras quizás están cambiando el perfil de un profesor.
De acuerdo con el perfil de una vacante de profesor o instructor, por ejemplo, el Tecnológico de Monterrey busca a alguien con aprecio por la cultura humanística en sus diversas manifestaciones y con conocimiento de recursos digitales; la Universidad de Guadalajara (UdG) señala que debe tener perspectiva de género; el Centro de Enseñanza Técnica y Superior (Cetys) de Baja California dice que debe tener experiencia internacional.
Ser docente y enfrentarse a las nuevas generaciones es todo un reto, sostiene el Cetys. Probablemente lo sea estar frente a casi cualquier grupo al que se le pretenda compartir un conocimiento o una experiencia.
En muchas empresas la capacitación a los trabajadores la lleva a cabo el personal que tiene más experiencia en una actividad. Al igual que un docente en un aula, un tallerista o un empleado que prepara a sus compañeros, los instructores requieren de ciertas competencias para comunicar y formar a sus oyentes.
Capacitación constante, el reto
La actualización de conocimientos y habilidades debe ser constante, así como la adopción de nuevas tecnologías para hacer más atractivas las actividades y responder a la exigencias laborales y académicas de las nuevas generaciones, señala el Cetys.
Por su parte, en su Programa de Desarrollo de Habilidades Docentes del Tecnológico de Monterrey, dicha institución indica que el perfil de sus docentes debe ser alguien con liderazgo en su ámbito, competencia para inspirar y motivar, capacidad de ser un tutor y saber de herramientas digitales.
Cuando es la primera vez que compartirá sus conocimientos les sugiere una ruta:
- Planear y diseñar el curso.
- Administrar el proceso de aprendizaje, es decir, analizar y poner en práctica actividades que propicien el interés de los alumnos, que reflexionen y comprendan la información.
- Evaluar el aprendizaje para constatar que realmente se cumplieron los objetivos.
- Para todo esto debe utilizar la tecnología y apoyarse en la experiencia de otros profesores.
La docencia se vincula estrechamente al conocimiento, “hasta el punto en que el ‘cómo se enseña’ se convierte en conocimiento en sí mismo”, expresa Dolores Marisa Martínez Moscoso, de la UdG, autora de la guía Práctica docente con perspectiva de género.
La académica indica que, según varios estudios, los profesores ponen más atención cuando hablan los estudiantes varones. Por ello, los docentes o los capacitadores deben cuidar de no seguir repitiendo este patrón y, al contrario, fomentar la participación de las mujeres.
De acuerdo con José Luis Bonilla Esquivel, director del Cetys de Baja California Sur Universidad, además es importante que los profesores fortalezcan la tecnología en las clases.
Esto no quiere decir que todo el tiempo se realice el uso de dispositivos móviles, sino que el profesor puede probar nuevas plataformas, realizar video llamadas con personajes relevantes para la clase, utilizar bibliotecas virtuales, e incluso apps o videos lo que hace las sesiones más interactivas.
También es necesario que promueva las habilidades del pensamiento. Esto es incitar la resolución de problemas “con formas poco convencionales”. Para que el docente logre esto en el aula, “él mismo debe saber llevar a su clase por este camino y para ello necesita preparación”.
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