La popularidad de redes como Facebook, Twitter, Instagram y Linkedin ha crecido considerablemente en los últimos años.
Por Humany en MDZOnline. Las utilidades que pueden atribuirse al uso de redes sociales se multiplican diariamente, generando nuevas razones para que cada vez más personas se unan a las mismas y constituyan una tendencia que parece imparable.
Las redes sociales nos atraviesan en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana, incluido el laboral, en donde se puede observar claramente cómo los trabajadores hacen uso de las comunidades virtuales y en ocasiones las integran a sus trabajos.
En este sentido, la popularidad de redes como Facebook, Twitter, Instagram y Linkedin (por mencionar algunas) ha crecido considerablemente en los últimos años y la tentación de visitar estos sitios en el trabajo es cada vez mayor.
Diferentes encuestas en todo el mundo revelan que la mayoría de los empleados visita redes sociales desde sus puestos de trabajo. Este número aumenta o disminuye en relación a la composición etárea de la estructura organizacional en cuestión.
Ahora bien, el uso de redes sociales en el trabajo ocupa el centro de debate entre quienes afirman que baja el rendimiento de los empleados y entre quienes defienden su uso y aseguran que la productividad aumenta.
Las voces que se oponen al uso de redes en horario laboral afirman que por lo menos se pierden 1,5 horas diarias en chequear, actualizar estados e interactuar con otras personas, lo cual impacta notablemente en el rendimiento del empleado y ocasiona pérdidas importantes en las empresas. Por lo anterior, se restringe o se prohíbe su uso en horario de trabajo argumentando que sólo se tratan de una pérdida de tiempo y una distracción evitable.
Quienes se pronuncian a favor de su uso, manifiestan que no solo distraen, ni se constituyen solo como recreativas o de ocio. Las mismas se constituyen en una importante herramienta de comunicación estratégica que permite, a quienes las usan responsablemente, alcanzar contactos, negocios y beneficios antes impensados. Además, afirman que al interactuar con amigos y familiares, el empleado puede relajarse y aumentar su productividad al no sentirse exiliado comunicacionalmente en el lugar de trabajo.
Ni un extremo ni el otro. La censura hoy se ha vuelto obsoleta ya que desde cualquier dispositivo se puede acceder a las distintas redes.
Diversos estudios revelan que las empresas hoy en día buscan maximizar la productividad del empleado y su bienestar en el ámbito laboral intentando lograr un equilibrio entre el acceso a las plataformas virtuales y la censura de contenidos lúdicos o prohibidos.
La decisión de permitir o prohibir el uso de redes dependerá del tipo de trabajo a realizar y la profesionalidad y responsabilidad del empleado quién deberá evaluar la cantidad y calidad de tiempo que destina a su trabajo y a las interacciones virtuales.
Foto: Pixabay