No es casualidad que comparta gestos y palabras con las personas con las que se rodea. Según el investigador estadounidense Moran Cerf, las ondas cerebrales entre dos personas que comparten mucho tiempo juntas comienzan a parecerse.
¿No le sucede que, después de un tiempo de relacionarse mucho con una persona, comienza a tomar sus mismos gestos y a hablar con su mismo vocabulario?
Pues bien, el neurocientífico Moran Cerf, quien ha investigado la felicidad y la toma de decisiones humana por más de una década, descubrió que, entre más momentos compartan dos personas, sus ondas cerebrales comienzan a parecerse.
Cerf, quien es profesor de neurociencia y negocios de la Universidad de Northwestern, Estados Unidos, y profesor del American Film Institute, nombró este fenómeno como “sincronía eléctrica” . “Al pasar tiempo con alguien, se produce un alineamiento entre los dos cerebros”, afirmó a BBC Mundo.
Según el científico, “dos individuos que ven las mismas películas, leen los mismos libros, comparten las mismas experiencias y que además solo hablan entre ellos, después de dos semanas, comienzan a mostrar patrones comunes a nivel de lenguaje, emociones y hasta puntos de vista”.
El neurocientífico Moran Cerf, quien ha investigado la felicidad y la toma de decisiones humana por más de una década, descubrió que, entre más momentos compartan dos personas, sus ondas cerebrales comienzan a parecerse.
Por esta razón, su mayor consejo para alcanzar la felicidad y el bienestar es elegir correctamente a las personas que lo rodean. “Las personas cercanas a usted tienen un impacto en la manera en que se relaciona con la realidad, más allá de lo que puede percibir o explicar. Y uno de los efectos es que se vuelve parecido a ellas", explicó Cerf al medio mencionado.
A su vez, invitó a las personas a rodearse con otras que tengan características que desean para sus vidas. Por ejemplo, si se quiere ser más optimista, alegre, reflexivo o tener nuevos hábitos de lectura o alimentación, lo ideal es compartir con quienes actúen de esa manera.
“Si pasa tiempo con ellos va a empezar a sentirse más satisfecho. Va a terminar viendo el mundo de una manera parecida", agregó. "Es algo que va a ocurrir de todas maneras, no tiene que hacerlo conscientemente. Esa es la ventaja de la alineación cerebral".
Otra de las decisiones que aconseja el académico es la de contabilizar los momentos de buena suerte, que generalmente son muchos más a los de mala suerte.
Por ejemplo, cuando el transporte público se retrasa, puede acabar con su buen humor, haciéndolo pensar que todo su día será negativo. Si en vez de recordar esto, cuenta las veces que el bus o el metro llegaron a tiempo, usted podrá sentirse más positivo y sereno en su jornada.
Si son muchas las veces que el transporte público hace que llegue tarde a su trabajo, entonces puede tomar la decisión de salir 30 minutos antes de lo habitual, modificando así “su mala suerte” y cambiando la perspectiva con la que ve su vida.
"Es un consejo simple", dijo Cerf a Business Insider. "Pero mis alumnos vuelven y me dicen que esto es realmente útil".