Un famoso doctor de la televisión dijo una vez que “todos mienten”, y no podría estar más en lo cierto. Mentir es parte de nuestra naturaleza, pero también lo es el autodelatarse, pues para la mayoría de las personas, mentir es estresante y el cuerpo intenta liberarse de ello de alguna forma.

 

El psicólogo Paul Ekman es un experto en el tema y pionero en el estudio de las emociones y sus relaciones con la expresión facial que ayudan a descubrir a los mentirosos.

 

Según explica, existen dos tipos de expresiones, las macro y las micro. Las primeras son normales que usualmente duran entre medio segundo y cuatro segundos, suelen repetirse y encaja con lo que la persona está diciendo. Las microexpresiones, en cambio, son más breves pues duran menos de 1/15 de segundo, y aparecen cuando se intenta ocultar una emoción como resultado de la represión de un sentimiento.

 

Sólo personas muy detallistas o con el adiestramiento adecuado pueden verlas y descifrarlas, a pesar que éstas son universales. Sin importar si se trata de un niño que rompió una ventana o de un político que desfalcó a su país, su gesto será el mismo.

 

Esta comunicación no verbal es casi tan importante como la información verbal que se está entregando, y poder identificar micro expresiones se ha convertido en una herramienta vital para poder detectar una mentira, siendo utilizada incluso por la policía y el mundo político.

 

Durante su carrera e investigaciones, Ekman (que dio origen a la serie Lie to me) descubrió siete micro expresiones básicas, que pueden ayudar a comenzar a detectar a las mentiras sólo mirando al interlocutor.

 

 

La mayoría conoce el rostro de la sorpresa, pero es muy difícil distinguirla en un microsegundo. Una personas que realmente está anonada por una información se manifiesta por la elevación de los párpados superiores. Las cejas se levantan y curvan, además la mandíbula se abre, aunque los labios y la boca están relajados.

 

La sorpresa verdadera dura un segundo, si es más que eso… se está mintiendo.

 

 

 

El miedo genuino se ve en los ojos, y no es sólo una expresión. El párpado superior se levanta, mientras que el inferior se tensa. Las cejas se levantan y juntan en una línea plana, mientras que la boca se abre y la comisura de los labios se va hacia atrás.

 

Las manos de una persona con miedo se enfrían rápidamente, pues la sangre fluye a las piernas para poder correr del peligro.

 

 

 

Esta es una de las expresiones más fáciles de detectar, pues el cambio en el rostro es notorio. Para comenzar, se verán arrugas alrededor de la nariz, las cejas bajarán y los ojos se entrecerrarán.

 

Por otro lado, el labio superior se levantará y se dejarán los dientes a la vista.

 

 

 

La primera señal es un endurecimiento de los párpados inferiores y superiores, lo que crea una mirada intensa. Las cejas bajan y se juntan apareciendo líneas verticales entre ellas.

 

Sus labios se aprietan y la mandíbula se mueve hacia delante. El cuerpo, en tanto, se tensa y la mano forma un puño.

 

 

 

La felicidad se nota en la cara y cuando es genuina, desata arrugas alrededor de los ojos. Si esto no ocurre, entonces estamos frente a una falsa sonrisa. Las mejillas se elevan, al igual que la comisura de ambos lados, las cuales llegan al mismo nivel.

 

 

 

La tristeza es muy difícil de ocultar. Para comenzar, la comisura de los labios se alinea hacia abajo y los párpados superiores bajan.

 

Las esquinas internas de las cejas se levantan, la mandíbula se hace más notoria y el labio inferior se afloja.

 

 

 

Esa sensación de superioridad podría ser detectada por el levantamiento de un lado de la boca, en una especie de mueca o burla ante el otro. Los ojos tienen entrecerrarse en una sonrisa.

 

 

 

 

Por lo general, quienes sienten vergüenza real por alguna razón tienden a esconder su rostro, poniendo su mano sobre en la frente o en la cara. Otro tic es levantar el mentón, pero lo peor de todos en los hombres es rascarse la nariz, pues allí se encuentra un tejido eréctil, lo que provocaría picazón al esconder algo.

 

 

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