Lo sabemos: nos estremecemos ante la idea de cambiar ese chorro de agua caliente y reconfortante que nos consiente en las mañanas por uno de agua helada. Sin embargo, después de leer los beneficios que trae para el organismo, querrás considerar poner en práctica este hábito algunos días de la semana.

 

1. El agua fría es ideal para comenzar el día ya que activa las terminaciones nerviosas de tu piel, acelera las palpitaciones del corazón y la respiración. Despertará tu mente y la dejará lista para enfrentar otro día laboral.

 

2. Una ducha fría estimula la producción de adiponectina, una hormona cuya carencia en el organismo está relacionada con enfermedades cardíacas y obesidad. Además, aumenta la sensibilidad a la insulina, ayudando a combatir la diabetes tipo 2.

 

3. Mejora el flujo sanguíneo a causa de la vasoconstrucción, una condición en donde los vasos sanguíneos y la piel se contraen a causa de las bajas temperaturas. Esto permite que mayores niveles de oxígeno circulen a través del organismo, así como una mejor distribución de nutrientes.

 

4. Algunos estudios sugieren que tomar una o dos duchas frías al día ayudan a tratar la depresión, debido a que estimula la secreción de noradrenalina, la cual está asociada a la mejora de los desórdenes de humor. Así que si sientes que tu ánimo no se encuentra en tu mejor momento, este método podría ayudarte.

 

5. El agua fría también trae beneficios en cuestión de belleza. Mientras el agua caliente abre los poros, el agua fría los cierra. Por lo que una combinación de ambas temperaturas, será un tratamiento ideal para mejorar el aspecto de la piel y el cabello.

 

6. Los baños con agua fría aumentan el nivel de testosterona en el cuerpo, esto lleva a un incremento en la producción de esperma y por lo tanto a una mayor fertilidad.

 

7. El agua fría acelera el metabolismo obligando al cuerpo a recuperar la temperatura corporal. Esto se traduce en la quema de calorías, así como el fortalecimiento del sistema inmunológico.

Cromos/ El Espectador