Puede que no sea fácil reemplazarlo, pero lo mejor es saber diferenciar cuál es el momento ideal para buscar otro.
A tu coche lo puedes llegar a querer. Para muchos, un auto es una posesión, un objeto metálico que contamina, una de las causas del caos vial que la mayoría de las ciudades en el mundo padecen.
Pero no son pocos los que se dan cuenta de algo más: tu coche no es un objeto, no es algo que usas y dejas, es un lugar. Desde afuera, por supuesto que luce como un objeto, una vez adentro, con el volante en los brazos, se crea un lazo especial. Te das cuenta que más que una posesión, el coche es el escenario que contempla épocas enteras de tu vida.
Es por eso, que cuando decides cambiarlo, si has creado apego, resulta muy complicado deshacerse de él. Sin embargo, después de cierto tiempo, llega el momento en que debemos decir adiós a nuestro automóvil. Puede que no sea fácil, pero lo mejor es saber diferenciar cuál es el momento ideal para buscar otro.
A continuación, siete señales que te facilitarán a tomar esa decisión.
- Te deja tirado
El tiempo también hace estragos en un coche. Así como un ser humano envejece, tu carro tiene un límite (se puede extender según los cuidados y las refracciones necesarias), pero cuando tu bólido comienza a dejarte tirado, te está pidiendo su retiro.
- Nuevos sistemas de seguridad
De pronto, el cinturón de seguridad de tres puntos no es suficiente. Por más experto que seas al volante, debes saber que allá fuera existen nuevos sistema de seguridad. Si piensas proteger tu integridad y la de tus seres queridos, vale la pena.
- Necesitas más espacio
La familia crece en número y en el tamaño de sus integrantes, los niños pasan a ser adolescentes, por lo que el auto deja de ser cómodo. También puede pasar que tus hijos ya crecieron y se fueron de casa, por lo que es el momento para tener ese convertible que por años tanto quisiste.
- Nuevos avances tecnológicos
No siempre lo que se hacía antes era mejor. Aunque no lo creas, los motores actuales pueden hacer harto más que ir a 50 km/hr o presentar una bonita estética.
- Verificación
Cuando cuidas con detenimiento y responsabilidad tu auto, es posible que lo tengas en un estado magnífico y que, incluso, puedas tramitar en algún momento unas placas clásicas o antiguas. En caso contrario, puede que su mantenimiento te resulte más caro de lo que te de devuelta.
- Emisiones contaminantes
El control de la contaminación es responsabilidad de todos. Si tu coche parece una analogía de las chimeneas industriales, es momento de que busques algo que produzca menos veneno respirable.
- Averías más constantes
Llega un momento en que tu auto se comienza a "enfermar" más seguido, es decir, visita con frecuencia el mecánico y nunca queda del todo bien. Es probable que a la larga, otro coche sea una mejor inversión.